Redacción
Mejorar el funcionamiento del estado, en su organización y competencias, que cualquier proyecto se queda corto
Las controversias sobre la reforma al Estado crecen y no se proyecta un final feliz, cuando avanzó el estudio en segundo debate en el Senado, el Proyecto de Acto legislativo que reformaría al Estado. Son tantas las necesidades de la República de Colombia, para mejorar el funcionamiento del estado, en su organización y competencias, que cualquier proyecto se queda corto, frente al desequilibrio de poderes, ampliamente manifiesto en las campañas presidenciales y congresionales.
La altísima corrupción en el funcionamiento del estado y profundización de la democracia no se toca. Tampoco el poder absoluto del ejecutivo a nivel de municipios y departamentos, que a través del presupuesto, someten a los cuerpos colegiados, es algo que debería preocupar.
La reforma a la justicia presenta una crisis dentro de la crisis, pues la parálisis judicial puede seguir avanzando, el atraso de los procesos judiciales es gigantesco y es evidente que muchas áreas no funcionan, como el Consejo Superior de la Judicatura, la falta de recursos para la descongestión, paquidermia de muchos jueces, burocracia y politiquería en el aparato judicial y el fuero que no quieren perder los aforados, entre otros. A pasos agigantados crece laposibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente, ante el fracaso de la última reforma a la justicia y por la falta de un consenso de nuestros dirigentes, para atender la necesidad de tener un estado que se prepare para el primer mundo, y pueda resolver sus problemas.
A pasos agigantados crece laposibilidad de una Asamblea Nacional Constituyente
Los últimos acuerdos conducen a quitar artículos donde no hay un consenso amplio, pero que en la cámara baja, seguramente vuelven y aparecen. Se aprueba un articulado en primer debate e inmediatamente la ponencia para segundo debate es modificada, para apaciguar los ánimos. La reforma política tiene enfrentados a los partidos, la circunscripción Nacional y los Departamentos sin miembros en el Senado de la Republica, son hechos políticos difíciles de superar por la amalgama de intereses electorales y partidistas.Mención especial merece el voto obligatorio, que sirvió para volar en mil pedazos la controvertida iniciativa. No hay partido, ni miembros de la Unidad Nacional, de la oposición y hasta del mismo Gobierno, que no se hayan fracturado por la subjetividad política en el manejo del tema.
La Fiscalía, la Procuraduría y la Contraloría, ameritan revisiones que no aparecen de fondo en lo acordado en el trabajo legislativo de la Comisión Primera del Senado de la Republica, pareciera que nos hemos asustado en Colombia, para poder atender la solución a temas prioritarios en el manejo del estado.
El proceso de paz que se adelanta en la Habana, también afecta el trabajo de los Senadores de la República
El proceso de paz que se adelanta en la Habana, también afecta el trabajo de los Senadores de la República al interior del estudio de este acto legislativo, pues cada decisión que beneficia los Departamentos donde hay presencia guerrillera, generan la suspicacia de ser un compromiso entre los negociadores del Gobierno y la guerrilla. No será fácil, poner de acuerdo a tan disimiles intereses.
Es hora que el modelo político de los últimos 12 años, sea modificado radicalmente, para que podamos configurar decisiones de estado y no de gobierno. Por ello le pedimos a los partidos políticos, al Congreso y por supuesto al Sr. Presidente de la Republica que lideren un proceso de verdadera Unión Nacional, superar las profundas diferencias del debate Presidencial pasado y poder buscar resultados legislativos con un gran apoyo ciudadano, de lo contrario el pueblo rechazaría estas iniciativas ante la falta de apoyo ciudadano.
Las elecciones y sus 2 vueltas afectaron enormemente la estabilidad institucional y política del país, hecho político con una división por mitades, que no nos permite avanzar lo suficiente y que va a perjudicar el proceso de paz que se adelanta en La Habana. A esto se suma la actitud de los Congresistas que siendo siempre oposición al estado, triunfaron en la contienda política, han tenido siempre independencia frente a las decisiones del Estado Colombiano y buscan imponer sus criterios, lo que en una democracia es válido. Ahora marcan un liderazgo nacional interesante y receptivo en la comunidad, desarrollando en la práctica una oposición “reflexiva” a las iniciativas del Gobierno.
Un ACUERDO SOBRE LO FUNDAMENTAL, la Unión Nacional alrededor de una gran reforma que necesita el estado
A pesar de noticias tranquilizadoras del fin de semana, se sabe que el enfrentamiento entre los mismos partidos políticos de Unidad Nacional y de la oposición radical, no permiten augurar un resultado positivo para tener terminados y aprobados los primeros 4 debates de la Reforma al Estado, en lo que resta del 2014. Por ello abogamos verdaderamente por un ACUERDO SOBRE LO FUNDAMENTAL, la Unión Nacional alrededor de una gran reforma que necesita el estado.