Por: Fabio Rodríguez González.

Periódicamente aflora el comentario entre personas entendidas del devenir y la historia de Cali, y aún entre amigos cercanos: “se robaron uno de los muñecos de la Fuente de la Solidaridad”. Un monumento que me correspondió promover y entregar a la ciudadanía durante mi gestión como Presidente de La Cámara de Comercio de Cali en presencia del entonces Presidente Dr. Ernesto Samper Pizano, quien viajara a Cali el día 24 de Marzo del año 1995 para acompañarnos en este acto.

Lo cierto es que para desvirtuar tantas consejas y desinformación juntas, debo decir de una vez por todas que al Monumento no se le han robado ninguna figura de aquellas que inicialmente concibió y plasmó en esta bellísima obra el escultor Samario Oscar Lombana, quien fuere contratado en su oportunidad por la Cámara de Comercio, y que es autor entre otras esculturas a nivel nacional del “monumento a los zapatos viejos” de la ciudad de Cartagena. Al Maestro Lombana, (fallecido el año pasado) para efectos de que pudiera ejecutar de la mejor manera esta obra, se le consiguió temporalmente una sede en un inmueble muy cercano al sitio donde hoy se levanta la Fuente. En esta sede, el Maestro no sólo convivió durante el tiempo de la ejecución de la escultura, sino que fue ahí, en esa casa, donde se dedicó a elaborar esta obra acompañado de una gran cantidad de colaboradores. Y fue ahí también donde se construyeron los “muñecos”, que una vez elaborados por el escultor, fueron uno por uno trasladados al sitio de la fuente. Estas figuras debido a su gran peso, ameritaron la utilización de grandes grúas que, bien recuerdo, nos suministró de manera gratuita Don Horacio Díaz quien por esa época era propietario de una empresa que se dedicaba a este tipo de transporte.

La escultura fue elaborada en resina epóxica, material altamente resistente a la intemperie y demás agentes deteriorantes y no en bronce como piensan algunos.
Pero una vez desvirtuado el infundio de que se robaron un “muñeco “de la escultura, debo decir que esta obra le fue donada a nuestra ciudad por la Cámara siendo Alcalde de la ciudad el Dr. Mauricio Guzmán Cuevas y contó con la colaboración de muchísimos profesionales. La asesoría general fue efectuada por la arquitecta Elly Burckardt con la estrecha colaboración del Ingeniero Gilberto Saa y el empresario Eduardo Arango Vives. La Interventoría fue efectuada por el Arquitecto Carlos Valderruten. El movimiento de tierras lo hizo la firma Saa Angulo, el estudio de suelos el ingeniero Carlos Humberto Parra, los cálculos estructurales el ingeniero Juan Raúl Solarte y la construcción de la fuente la firma Hernández Bohmer Construcciones Ltda. Todos ellos y muchos otros que lamentablemente se escapan de mi memoria merecen un gran reconocimiento de la ciudad por cuanto en forma generosa donaron sus trabajos.

Lamentablemente, el Monumento Fuente de la Solidaridad como lo bautizara ese gran Publicista ya desaparecido Don Hernán Nichols, es recordado por el común de la gente por el cuento del famoso robo de las figuras y no por lo que realmente significa para nuestra ciudad . Por consiguiente, y así me extienda un poco en este relato, debo transcribir algunas de la palabras que pronuncié ese día ante el Ex –Presidente Samper y que explican el verdadero sentido de esta obra.

“Las humanas representaciones que aparecen en este monumento, están ubicadas en la que podría denominarse la roca pendiente de las dificultades, para indicar que la vida es un proceso, un camino difícil de transitar; que el ascenso hacia la suma de la superación es arduo y empinado. Que vivir es una misión casi impracticable en solitario por lo cual es preciso marchar, avanzar, y actuar haciendo esfuerzos colectivos.

Esta representación del Monumento Fuente de la solidaridad expresa el esfuerzo comunitario en el que el liderazgo está presente en todas las instancias; en quien habla, en quien transmite la necesidad del esfuerzo, en quienes reciben el apoyo para subir. Nadie en ella está rezagado porque todos van agarrados al hilo conductor de la solidaridad.

No hay cumbre que el liderazgo solidario no pueda alcanzar; hombres, mujeres y niños están ahí representados en un juego de generaciones que asegura la permanencia de los propósitos. Nadie en esta expresión solidaria de la vida permanece inactivo. Bien sabido es que la solidaridad es la única virtud con la que cada quien se enriquece dando; aquí cada logro se va afirmando en la roca misma y no existe el peligro de caer mientras cada quien aporte lo propio.

La fuente de la solidaridad esta ubicada justo a la entrada de nuestra ciudad a fin de que desde todos los ángulos, el habitante, el viajero y el visitante recuerden y sepan que ingresan a una ciudad que quiere brillar por el autentico sentido de lo humano y que en ello radica su nobleza, su pujanza, su liderazgo, su capacidad empresarial y su civismo. El espíritu de nuestra ciudad debe ser la solidaridad; cuando los hijos nuestros y sus hijos pasen y transiten por aquí han de tener conciencia de este mensaje, el único capaz de recuperarnos el futuro y justificarnos el presente.