Por Benjamín Barney Caldas 

Arquitecto de la Universidad de los Andes con maestría en historia de la Universidad del Valle. Ha sido docente en Univalle y la San Buenaventura y la Javeriana de Cali, y continua siéndolo en el Taller Internacional de Cartagena, de los Andes, y en la Escuela de arquitectura y diseño, Isthmus, en Panamá. Miembro de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, la Sociedad de Mejoras Públicas de Cali y la Fundación Salmona. Escribe en Caliescribe.com desde 2011.


La vallecaucana ha sido una arquitectura de cubiertas inclinadas en teja de barro y patios. Tanto los abiertos de las haciendas como los interiores de las casas urbanas, incluyendo algunas modernas, influenciadas a mediados del siglo XX por la arquitectura brasilera, muy destacada  internacionalmente por esa época, más en otros casos una continuidad deliberada de la tradición.

Se trata de una arquitectura del lugar que continua siendo un propósito en las búsquedas de algunos arquitectos locales, ahora más pertinente considerando la necesidad cada vez más urgente de una eficiente climatización pasiva, y de recuperar la intimidad y recogimiento que se perdió con los absurdos ventanales “modernos” que se pusieron de moda en Cali a finales del siglo XX.

Un seminario sobre estos temas, complementario de los anteriores sobre la arquitectura y sobre la obra de Rogelio Salmona, se desarrollará en el Museo La Tertulia del 30 de Junio al 12 de Julio del presente año, de 5:00 p.m. a 8:00 p.m., con varias visitas de estudio a algunos ejemplos destacados dentro y fuera de la ciudad.

Se visitarán casas de hacienda y urbanas y algunas capillas, iglesias y claustros, coloniales y republicanos, del siglo XVII al XIX, pero también los hitos moderno historicistas de inicios del  XX, los aciertos del Art Déco, el Neo colonial, el Español californiano y ciertas construcciones modernas de mediados de dicho siglo, y unas pocas reinterpretaciones recientes de esta tradición.

Contará con conferencistas invitados, actualmente profesores en alguno de los tres programas de arquitectura que hay en la ciudad. Francisco Ramírez de la Universidad del Valle sobre la arquitectura actual en el mundo, Andrés Erazo de la Universidad de San Buenaventura sobre la geografía de Cali y Carlos Bernal de la Javeriana sobre su arquitectura moderna, y estará dirigido por quien escribe.

Como bien dice Julio Cesar Londoño hablando del “AZ – Las palabras de la arquitectura”, un diccionario (El País, Cali 05/06/2013) esta tiene la ventaja de que está a caballo entre la ciencia y el arte, lo que permite aspirar al rigor sin desmedro de la poesía. Hablar del arte con técnica y de la técnica con arte en un debate franco.

El seminario está abierto al público general, pues el asunto de cuál es la mejor arquitectura para la ciudad debería de ser de la incumbencia de todos, especialmente de los que pretenden orientarla sin tener mayores conocimientos al respecto. Y porque con la lengua, la arquitectura es parte básica de la identidad de los ciudadanos con su ciudad.

Pero mientras en Cali hay varios importantes talleres de escritura, como el de Londoño en Comfandi, no hay espacios para un debate sobre una arquitectura para el lugar; para su clima, relieve, paisajes y tradiciones, entendidas como una respuesta a sus necesidades de habitar y de adaptación al medio que hace diferente unas edificaciones de otras, identificándolas con cada lugar.

Mientras tanto, el fracaso ambiental de mucho de lo que se construye, la demolición del poco patrimonio que queda y la degradación de los barrios al cambiar arbitrariamente los usos del suelo o la altura de las construcciones, continúa campante. Y es lamentable la falta de estética de una arquitectura que la busca en el espectáculo de sus cerramientos y no en lo pertinente de sus formas en tanto uso y construcción.