El Jodario
Por Gustavo Alvarez Gardeazabal
El columnista Ramiro Bejarano acuñó el nombre de ‘los momios’ para señalar a un grupo de dizque dirigentes caleños, entrados en edad, oligarcas más por sangre que por plata, que se disputan hace siglos todos los honores, las prebendas y ahora seguramente hasta los contratos.
Pues parece que a Bejarano le van a dar la razón en Cali y en Bogotá, en la competencia a la Alcaldía.
En Bogotá, los momios están perfectamente representados en el perfil de Pardo, Clara y Peñalosa. Los tres son los representantes de esa clase social que hace 120 años gobernaba a Bogotá con el dedo de Miguel Antonio Caro. Son, curiosamente, los mismos apellidos, el mismo estilo y el mismo sonsonete de 1895.
En Cali, el asunto es asustador de lo repetido, como diría el bugueño. Angelino, Armitage y el Chontico son la expresión perfecta de lo que él llama ‘momios’, aunque el vendedor de chance es 30 años menor que Angelino y que el dueño de Siderúrgica del Pacífico.
En Bogotá, Pardo, Clara y Peñalosa tienen un modelo anacrónico para negarse a entender la capital del 2015. En Cali, los tres momios no saben nada, absolutamente nada de administración pública.
Para compararles el carácter dinosáurico a esas tripletas momificadas, en Cali hay un candidato, Michel Maya, concejal vigoroso; y en Bogotá ha surgido Álex Vernot, quienes en todos los foros (cuando los invitan), arrasan con sus contendores porque saben de sus ciudades y tienen ideas para el futuro, no solamente recuerdos como los momios.
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