Por Luz B. Jiménez/Pablo Borrero

Los asuntos públicos de la ciudad y del país continúan manejándose con autoritarismo esto es, el gobernante impone su voluntad con argumentos ligeros como el de construir una ciudad “bellísima, espectacular”, haciéndole sesgos a la ley sin convocar a la ciudadanía para que se pronuncie sobre los asuntos de interés general.

Esta forma improvisada, coyuntural y simplista, sin presentar soluciones de fondo a los problemas permanentes de la ciudad relacionados con los cortes de agua, la movilidad, salud, medio ambiente, desempleo, inseguridad, etc. generan un elevado costo económico, financiero, social, ambiental para la ciudad y sus habitantes.

EMCALI no ha diseñado ni ejecutado políticas definitivas para afrontar la escasez de agua en tanto que lo fácil e inmediato es acudir al racionamiento forzado que va en contravía de los principios y garantías constitucionales de la continuidad en la prestación de  dicho servicio, mientras que otros funcionarios han presentado como alternativa almacenar agua lluvia para utilizarla en actividades no relacionadas con el consumo, lo cual es sorprendente por lo contradictorio de la propuesta ya que en primer lugar, no se han presentado lluvias ó las hay muy escasas y por tanto no se pueden recoger y en segundo lugar, va en contravía de las campañas promovidas por la secretaría de salud que promueven no tener agua en recipientes porque ello propicia el crecimiento de larvas del zancudo para Chikungunya y el dengue.

Limitarle a los habitantes de ladera su derecho a tener agua cada día de por medio como alternativa para afrontar la escasez de agua, es vulnerarle varios derechos fundamentales como el de bienestar general, igualdad, acceso a los servicios públicos, etc.

A los caleños se les ha obligado pagar las improvisadas Megaobras sin escucharlos en sus observaciones sobre la ilegalidad, ineficacia de algunas de ellas como la plazoleta Jairo Varela que es un monumento al cemento y en la que los caleños ni siquiera pueden sentarse a descansar, protegerse del sol ó de la lluvia porque es un lugar sin bancas, no arborizado, sin sombras. Hoy, después de tres años de uso, la Megaobra del  puente vehicular  sobre la carrera 8 con calle 70 debe ser cerrada por varios días porque las losas de concreto empiezan a presentar daños. En una democracia real los ciudadanos y la institucionalidad estarían debatiendo sobre las características del puente que en pocos años estará en mal estado debido a que las losas de concreto y el acero no son de las dimensiones para esa tipo de obra por la que circulan permanentemente todo tipo de vehículos y que debería tener un tiempo de duración superior a 30 años.

El gobierno municipal anunció el inicio del primer tramo de la Megaobra del Parque Lineal Rio Cali, no en la forma aprobada por el Concejo sino “corregida y aumentada, pues inicialmente sería algo mucho más modesta, pero con el diseño que se hizo quedó más espectacular de lo pensado, cambiando la avenida 2 N, que será reducida a dos carriles y se va a dejar un carril como ciclorruta y para peatones. Será un sitio bellísimo en el que se podrán sentir las familias de la ciudad y visitantes”, según manifestó el alcalde de la ciudad, y que deja ver que en los asuntos públicos, de interés general, lo que prima es la estética, sin discutir en éste caso el mayor valor económico que por las “correcciones y aumentos” traerá la Megaobra ni las implicaciones en el tráfico al reducir a dos carriles el espacio para la movilidad del flujo vehicular permanente, en una ciudad que no tiene un verdadero plan de movilidad ni se ha cumplido con las obligaciones que en el POT impuso el Concejo Municipal, quedando la planeación de las obras en cabeza del gobernante de turno que antepone la belleza, a la utilidad, el costo, etc.

Esta falta de estudios y diseños definitivos al momento de aprobarse y ordenarse las Megaobras dejando en manos de los contratistas privados la estructuración de los proyectos, condujo a los sobrecostos en las mismas y a que el resultado final no fuera el esperado por los caleños, en tanto que la interventoría era pagada por los contratistas.

El manejo individual de los asuntos de interés general agudizarán la crisis de la ciudad, aumentará la falta de credibilidad de los ciudadanos en las instituciones, volviéndolos más apáticos a la ahora de elegir o acudiendo también al facilismo de “votar por el menos malo” cuando de lo que se trata es de unirse y organizarse para construir una ciudad y un país en el que los gobernantes no sean los voceros y representantes de los sectores económicos pudientes, ni los grandes contratos la razón de ser de la política como sucede en la actualidad.

El Concejo Municipal es una corporación política que no puede asimilarse a un entre de control jurídico institucional y por ello es indispensable conocer la concepción que sobre la visión de ciudad tenga el aspirante ya que el cabildo es el que aprueba el diseño de las políticas que concretan los grandes negocios con los obras de infraestructura y que en 24 años de vigencia de la Constitución del 91, no han traído soluciones a los problemas de vieja data de la ciudad en tanto que en éste tiempo sí se ha deteriorado urbanística, ambiental y socialmente.

Es obligación del gobernante y de las Corporaciones públicas ESCUCHAR LAS OPINIONES, OBSERVACIONES Y ANALISIS de los ciudadanos y sobre todo, diseñar las políticas públicas con su colaboración pues la participación ciudadana no es una instancia de comunicación como la han entendido los gobernantes. Los ciudadanos deben exigir GARANTIAS PARA QUE LA PARTICIPACION CIUDADANA SEA UNA INSTANCIA DE DECISION en la que se apliquen la totalidad de los principios y fines en que se funda el Estado Social de Derecho, como única forma de afianzar la paz con justicia social.

VEEDURIA CIUDADANA POR LA DEMOCRACIA Y LA CONVIVENCIA SOCIAL

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social