Por Claudio Borrero Quijano.
Ingeniero Civil de la Universidad javeriana de Bogotá, Ex Secretario de OOPP Cali, Ex Concejal de Cali, Ex – gerente de Bienes inmuebles de Cali e historiador.
Reciente sentencia de acción popular emanada del consejo de estado de junio 26 de 2015, acción judicial que inicié en julio 4 del año 2004, fue fallada después de 14 años de trámite después de estar s0metida a toda clase de presiones de los “momios” de la élite caleña, por fin se nos concedió la razón contra la usurpación del parque nacional de los farallones de Cali (15.000 ha) y la reserva forestal protectora (8.800 ha), bienes de uso público usurpados por 30.794 particulares, sin excluir a ninguno de los ex alcaldes de Cali designados por decreto presidencial hasta el año 1.968, incluido el actual alcalde Rodrigo Guerrero Velasco ocupante de la reserva forestal protectora, quien aún no se pronuncia aceptando la sentencia de la superioridad jurídica del estado colombiano, cuando debiera estar henchido de felicidad por la restitución de estas 23.800 hectáreas de bienes territoriales del estado, restableciéndose el mandato de nuestro escudo de armas que reza el respeto por los recursos naturales.
El Superintendente Nacional de notariado y registro, Dr. Juan Carlos Vélez, recibió de mis manos la “prueba reina” que contiene la lista completa de los 30.794 ocupantes ilícitos del patrimonio público territorial del estado, documentos entregados con el testimonio presencial de mi hermano ingeniero civil Luis Bernardo Borrero Quijano, residente en los estados unidos, quien viajó especialmente para acompañarme en la entrega del documento certificado por el catastro municipal desde el año 2.004, censado oficial desaparecido en la actual Administración Municipal de Cali en la oficina del catastro municipal de Cali a cargo de su directora doctora Sandra Samacá, justificando la administración actual de Cali que no poseen los $18.00o millones que según ellos implica repetir mi estudio ad honoren que fue avalado por el mismo catastro de Cali desde la año 2.004 ¡ insólito pero cierto !
Los usurpadores de estos bienes de uso público prescribieron con la complacencia de la rama judicial de Cali, utilizando lo mañosa y criminal estrategia de prescribir contra indeterminados a sabiendas de que se trataba de bienes del estado, territorios cedidos por su tío abuelo el ex Presidente Eduardo Santos sancionando la ley 54 de 1.941, posteriormente incrementados por ex Presidente Mariano Ospina Pérez en la ley 175 de 1.948
Soy ingeniero civil javeriano graduado hace 50 años (1.965), mis pronunciamientos siempre han sido públicos de frente a la ciudad y desde mi curul del concejo de Cali que ocupé por cuatro ocasiones, sin ser escuchado por una sociedad elitista y feudal que igualmente usurpó los ejidos urbanos y rurales (ley 41/48 Alfonso Barberena), igualmente bienes de uso público destinados en el código de régimen político municipal exclusivamente para fomentar y ejecutar planes de vivienda social.
En abril 20 de 2.015 sentenció el tribunal contenciosos administrativo del valle del cauca la restitución de 4.193.702 metros cuadrados de los ejidos pampas de la pedregosa y Cañaveralejo, vendidos ilícitamente por funcionarios municipales a particulares desde el año 2000, matriculándose como nueva propietaria por orden del juez 21 civil municipal de Cali Edgar Valderrama Varela como nueva titular de los ejidos de Cali a doña Carmen Tulia Tascón Mera (cielo). El reciente fallo ordena restablecer la matrícula de los dos históricos ejidos urbanos al municipio de Cali, incluyendo el reintegro de 133.626,59 metros cuadrados también ilícitamente vendidos a pesar de estar “extinguido el dominio para la Nación (DNE)”, tierras que requiere la ciudad para su centro cultural localizable en el barrio el refugio equidistante de barios de estratos popular y estratos altos al sur de Cali.
Respetuosamente insinúo con el debido respeto sean donados a la ciudad con ese destino, antes de que reintenten otra nueva usurpación (actualmente están protegidos por la policía metropolitana de Cali sin ningún uso).