*Redacción
Las encuestas de intención de voto para la Alcaldía de Cali que tienen poco en común en materia de resultados en lo que a intención de voto se refiere, coinciden en algo: la dispersión electoral, algo que sugiere que el que resulte electo alcalde de la ciudad el 25 de Octubre podría tener un bajo porcentaje de los votos que se traduciría en una gobernabilidad compleja.
Unas encuestas dan como ganador a Angelino Garzón, otra da como ganador a Roberto Ortiz, otra los da en empate, otra dice que el que está empatado con Angelino Garzón es Maurice Armitage, en fin, una disparidad de resultados que deja mucho que pensar y que sugiere que algunas de estas empresas no están haciendo bien su trabajo ya sea por error o porque están “engrasadas, como dice el escritor Gustavo Álvarez Gardeazábal.
En lo que coinciden Ipsos Napoleón Franco, JPG, Cifras y Conceptos, Analizar y el Centro Nacional de Consultoría es en que ninguno de los tres candidatos que están adelante en la intención de voto tiene siquiera el 40% del favor de los caleños, es más, Garzón que sigue siendo el que mejor marca en casi todas las encuestas está alrededor del 30% si se promedian los resultados.
¿Qué puede significar esto en términos electorales y políticos? En lo electoral sería elegir un alcalde con menos de 200 mil votos y con una ventaja mínima frente a quien le siga en intención de voto.
Rodrigo Guerrero fue elegido en el 2011 con 245 mil votos equivalentes al 42.2% de los votos que se depositaron ese domingo 30 de octubre.
Se calcula que Cali votarán entre 600 mil y 650 mil ciudadanos, por tanto si el ganador está alrededor del 30% de la votación estaría por debajo de los 200 mil votos.
En materia política esto se podría traducir en un alcalde que podría arrancar con una oposición mayoritaria en el Concejo que lo obligaría a arrancar su gobierno negociando si quiere adelantar en el primer año ajustes que le permitan darle a la Administración Municipal su propia dinámica.
En materia de opinión pública el nuevo alcalde tendría también que hacer grandes esfuerzos para conquistar al casi 70% de los caleños que no votaron por él.
Es tan fuerte la tendencia a elegir un alcalde con una votación precaria que el mismo Angelino Garzón ha dicho que si gana y obtiene menos del 50% pedirá que se repitan las elecciones entre él y el segundo, algo legalmente imposible.
Lo que podría ocurrir en Cali es lo que ocurrió hace cuatro años en Bogotá el 32.2% de los votos, con los resultados políticos y administrativos que ya se conocen.