El Jodario

Gustavo Alvarez Gardeazábal

Aunque al Fiscal Montealegre solo le quedan siete meses en el cargo, el tono con que ha enfrentado ante la Corte Constitucional  el exabrupto de la reforma del equilibrio de poderes y la habilidad con que ha ido forzando a la mesa de La Habana para que acepten su propuesta de justicia transicional, le ha permitido llevarse la pelota del juego a su campo y sin muchos malabares está a punto de asumir un papel protagónico y muy valioso  en el trascurrir de estos días definitivos para Colombia.

Ha sido radical al decirle que el gobierno forzó la reforma constitucional para afectar la independencia judicial

Su vertical oposición al acumulado de insensateces en que se ha convertido el accionar del ministro del Interior, Juan Fernando Cristo. Su radicalidad al decirle que el gobierno forzó la reforma constitucional para afectar la independencia judicial. Pero, sobre todo su manera directa como le dice a la Corte que el congreso de la República excedió su competencia de reforma de la Constitución, lo llevan a un sitio en donde sí sabe medir actuaciones, responsabilidades y manejos, se catapultaría al futuro.

El hecho de que se haya conocido públicamente la propuesta presentada por los presos de la guerra para entrar al camino de la paz, le genera una inmensa responsabilidad y pide de él una sapiencia que debe estar por encima de los caprichos y sentimientos personales que todo ser humano puede tener cuando se llega a esa cumbre del poder.

Si en estos meses que le falta de mandato abandona la saña con que el país le lee muchos de sus procesos y se dedica a ingeniarse y socializar  con más bondad que impertinencia la fórmula para adaptar la justicia, y  sobre todo la Fiscalía, a la construcción de una paz amplia,  verdadera y duradera, su misión será más que respetada al futuro.

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