*Redacción

Los ex deportistas Sebastian Coe y Sergei Bubka son los candidatos al sillón de la IAAF, que sufre con las acusaciones de dopajes escondidos y corrupción para obtención de sedes.

Han sido jornadas tormentosas para la IAAF y en esta semana no habrá excepciones. A todos los escándalos que han sacudido recientemente al organismo regente del atletismo mundial, se suman el mundial de la disciplina, que comienza este fin de semana en Beijing, y las elecciones a presidente del ente.

Esta madrugada de miércoles en la capital china, la IAAF elegirá al sucesor del senegalés Lamine Diack y, tal como el africano, dos ex atletas postulan a comandar el organismo: el británico Sebastian Coe y el ucraniano Sergei Bubka.

A ambos les sobra el reconocimiento internacional y los logros en sus ilustres carreras como deportistas. Coe fue dos veces oro en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980 y Los Angeles 1984 en los 1.500 metros, mientras que Bubka fue campeón en el salto con garrocha de Seúl 1988, además de batir 35 veces el récord del mundo y ser seis veces el mejor del planeta.

No solo eso: también tienen trayectoria dirigencial. Eso sí, aunque ambos son vicepresidentes de la IAAF, a Coe le ha ido mejor, siendo director de la candidatura olímpica de Londres en 2012, la que ganó. Bubka, en tanto, trató de ser presidente del COI, pero sucumbió ante el alemán Thomas Bach en 2013.

En este sentido, Coe y Bubka poseen (en el papel) méritos suficientes para suceder a Diack, saltador de longitud y quien ha sufrido ataques de varios lados en el último tiempo. El senegalés, presidente del organismo desde 1999, ha debido lidiar con las acusaciones de dopajes y de corrupción, surgidos recientemente.

En los dopajes, dos investigaciones paralelas del periódico británico The Sunday Times y la cadena alemana ARD acusan a IAAF de haber escondido o castigado con casi nula severidad cientos de controles positivos a atletas campeones mundiales y olímpicos, apuntando a pruebas del mediofondo o maratones. En tanto, a Diack se le achaca haber recibido sobornos en la candidatura de Doha para ser sede del mundial 2019. En ambos casos, Diack ha evitado la polémica.

Con estos temas en la palestra, Coe y Bubka van por el sillón del organismo. Ambos presentan propuestas similares en sus programas, aunque hay aspectos que los diferencian. Mientras Bubka aboga por una mayor igualdad de género en el ente, Coe apela a crear un comité interno para controlar el dopaje. Es que ese punto es el fundamental en una elección que muchos apuntan como reñida.

Sin que nadie haya hecho oficial una postura en el congreso que se realizará en China, se estima que Coe es apoyado por Europa occidental y Norte y Centroamérica, mientras que Bubka reuniría simpatías de África y Sudamérica. Asia estaría dividida entre ambos, que también usan el dinero como atracción. El británico prometió en julio que repartiría equitativamente entre los 214 miembros votantes la mitad de los US$ 44 millones de dólares que el COI entregó como beneficios de Londres 2012. El ucraniano aseguró esta semana que doblaría la subvención a las federaciones a un mínimo de US$ 30 mil por año o US$ 120 mil en cuatro años.

Sebastian Coe y Sergei Bubka protagonizan por primera vez en mucho tiempo una elección a dos bandas, ya que ni Diack ni el italiano Primo Nebbiolo tuvieron contrincantes en sus reelecciones. Solo una vez un campeón olímpico fue presidente de la IAAF, el británico David Cecil (oro en 400 vallas de Amsterdam 1928) entre 1946 a 1976. Ahora, en una peleada contienda, será el segundo.

Con información de LA TERCERA