Editorial

Llevamos 5 años con un crecimiento sostenido en el gasto público, con unas inversiones o gastos sociales al estilo de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Argentina, para solo enumerar unos ejemplos, gastos irracionales del gobierno nacional en obras innecesarias que tanto han afectado las finanzas públicas y que hoy estamos pagando los platos, después del mayor despilfarro económico que se haya visto en los últimos años.

Ustedes recuerdan la posición editorial de Caliescribe frente a las casas gratis, viviendas que nunca se habían regalado en Colombia, a una cantidad de ciudadanos que en su mayoría no tiene una estabilidad económica para pagar el servicio de agua, de luz, de administración y que tanto afectó a las finanzas públicas en una cifra superior a  $3 billones/año, solo con el único propósito de buscar la reelección presidencial del gobierno Santos y de la imagen de su Vice presidente Germán Vargas Lleras.

Ustedes recuerdan igualmente la mayor cascada de gasto en publicidad a tantas y tantas empresas denunciadas en donde están las principales medios de comunicación de orden nacional y periodistas importantes como Natalia Springer o lo que le tocó a Antanas  Mocus, para desarrollar la imagen del proceso de paz con los dineros públicos, en cifras multimillonarias.

Ustedes recuerdan la mermelada ampliamente denunciada y que no ha tenido ecos en los tribunales judiciales en donde el gasto publico fue exageradamente realizado en obras innecesarias a lo largo y ancho del País, sin ninguna integración planificadora para desarrollar una economía productiva, si no simplemente para complacer a los congresistas de turno, que les permitieron la reelección presidencial y de paso tener acceso a el presupuesto público y así tener la fuerza económica de presentarse a unas elecciones del Congreso.

Todo esto ha destruido el estado, los que fueron beneficiados con esa mermelada, eran los gobernadores y los alcaldes y desde allí como modelo o como ejemplo al resto de las administraciones departamentales o municipales, profundizaron el nivel de corrupción y acabaron con cualquier sistema de planificación en la ejecución del gasto público. Esto hoy lo estamos pagando y una de las causas precisamente de tener una economía que no está preparada para soportar la crisis de la devaluación que estamos viviendo, es el no haber manejado con responsabilidad los dineros públicos y ahora después de haber tenido el Dólar en $2000 en el mes de Enero lo tenemos a $3100 en un crecimiento de más del 50% que podría arruinar nuestra economía.

Esta devaluación ya afectó y de qué manera a la estructura territorial del Estado, Gobierno Central, Gobiernos Departamentales y Municipales, a todo el sector económico real encabezado por el industrial, agropecuario, a las empresas de servicios públicos y a todos los ciudadanos que están observando como la crisis de la economía se hizo realidad. Pero el costo social derivado del servicio de la deuda se ha incrementado, quienes tenían pasivos en dólares hoy tienen unos grandes dolores de cabeza, pues adquirieron bienes de capital, insumos y servicios a unos valores en dólares, que hoy tienen que pagar a un dólar crecido, dejando deudas millonarias, que no son capaces de soportar.

El Congreso de la República si fuera independiente, el sector judicial si tuviera la autonomía para investigar todo ese gasto social de la borrachera, los dueños del país con inversiones en los grandes medios de comunicacion que oportunamente no fueron capaces de denunciar ese gasto innecesario y tantísimas personas que son responsables de este tema, deben dar la cara para que nos unamos los Colombianos a resolver un problema económico, que tanto va a afectar la canasta familiar en su inflación y que podría derrumbar nuestra economía.

Podrían decirnos los defensores de turno que el problema ha sido el petróleo que ha descendido de US120 el barril a solo US40 y que todavía no ha llegado  a su fondo, pues los niveles de cooperación entre los países todavía no se conocen, por ejemplo Estados Unidos con Irán han desarrollado unas estrategias de largo plazo para controlar supuestamente la guerra nuclear, pero lo cierto es que el consumo y la oferta de petróleo en el mundo Occidental seguirá reduciendo el precio internacional del petróleo.

Por ello, es importante que el Presidente, el director de Planeacion Nacional  y el Ministro de Hacienda le hablen claro al pais, ajusten la economía , el gasto y las inversiones públicas, porque la BORRACHERA SE ACABÓ.