El Jodario

Por Gustavo Álvarez Gardeazábal

Ahora sí creo que la paz está muy cerca y más aún, que Vargas Lleras va conduciendo el tren.

El viernes en la tarde anunciaron que la carretera Florida-La Herrera-Baraya-Colombia-La Uribe, que permitiría unir a los Llanos Orientales con el Pacífico va a ser algo más que un sueño. Va a ser una realidad.

Siguiendo la trocha carreteable que por el sur del Valle hicieron hace mucho años desde Florida hasta La Diana y usando como trazado el camino de herradura que por más de medio siglo han usado las FARC para llegar a la región primigenia de su actividad en el sur del Tolima, Vargas Lleras ha anunciado no solo la partida para definir totalmente la vía, sino el presupuesto para arrancar a construirla.

La montaña central vallecaucana sufre la guerra desde 1948 cuando comenzó la violencia. En esa zona se afincaron Mariachi, Chispas y Tarzán y después de ellos Tirofijo en Río Chiquito y todos los que hasta hoy en día ejercen dominio y autoridad en el territorio que comandaba Pablo Catatumbo antes de La Habana.

La idea de la carretera no es nueva, siendo Jorge Leiva ministro de Obras, los japoneses hicieron un trazado subiendo por Buga al Amoyá y de allí bajando a Chaparral. Nunca fue más allá de la ilusión.

Ahora con este trazado, los dos corazones de las FARC, La Herrera en las faldas de la cordillera Central y La Uribe en la  Oriental, servirían de pivotes de una carretera capacitada para volver agroindustrial y exportador a los Llanos Orientales. Sería verdaderamente la carretera de la paz, la de la consolidación del acuerdo para esa nueva Colombia que debe salir de los territorios de la guerra.

@eljodario

eljodario@gmail.com