Por Luz B. Jiménez/Pablo Borrero
En algunas publicaciones de sociólogos y economistas se insiste de tiempo atrás en la aplicación del denominado método de la estratificación multidimensional, para analizar la compleja estructura de la sociedad y de movilidad de los grupos humanos a través de los diferentes ámbitos de la vida económica, política, social, cultural, etc., generándose con ello diversas estratificaciones con base en la cuales se divide la sociedad en capas o estratos y no en clases sociales, cuya existencia y desarrollo dependen de un cúmulo de factores, a los cuales se les asignan diferentes valores en consonancia con las circunstancias o con simples criterios subjetivos. La insolvencia de dicho método de investigación radica en que solo tiene en cuenta las diferencias y particularidades de los grupos y sectores sociales, sin profundizar en el origen y en la causa fundamental que las producen, por ejemplo, cuando se trata de descubrir la forma de obtención y distribución de los ingresos llámense ganancias o salarios de los miembros de una u otra clase social o cuando se trata de investigar la razón por la cual existen diversos partidos políticos que se disputan el control del poder del Estado y representan y defienden determinados intereses económicos y políticos.
Por otra parte, se dice que en los países más desarrollados y en algunos emergentes se viene gestando entre las clases y capas sociales un proceso de nivelación en materia de ingresos y condiciones sociales (modo de vida), lo cual es producto según se dice, de la reducción de las rentas de los estratos pudientes, correlativa al aumento de los ingresos de los sectores más vulnerables y pobres de la sociedad, lo que da lugar al crecimiento de la denominada clase media, que trae consigo la superación de las diferencias sociales y la prosperidad general para sus integrantes.
Dicha clase media está conformada por un conjunto de capas intermedias que oscilan entre los representantes y propietarios del capital y el proletariado que vive en lo fundamental de su trabajo, con niveles de ingresos y condiciones de vida diferentes, que han ido surgiendo con el desarrollo de la división del trabajo técnico y social. En la actualidad la mayor parte de los integrantes de la llamada clase media se encuentran vinculados a la economía de los servicios y algunas actividades productivas, administrativas, de comercio, ligadas al sector privado o público, estos últimos con altos salarios que les permiten satisfacer sus necesidades más allá del mínimo vital, mientras que los integrantes de las capas baja y media, no solo disponen de pocos recursos, sino que temen descender en la escala social que caracteriza la pobreza y la extrema pobreza en el país.
Según el último informe del BID pertenecer a la clase media significa percibir ingresos entre 10 y 50 dólares diarios, con lo cual se definen los diferentes niveles y condición social de las capas baja, media y alta, cuya situación social se agrava con la crisis económicas que vive el país.
El gobierno del presidente Santos considera como un verdadero triunfo el hecho de que en el país haya crecido la clase media en un 30% del total de la población según datos estadísticos del DANE. Sus apologistas afirman que dicho fenómeno se debe al crecimiento del empleo, la educación y el emprendimiento, etc., lo que a juicio de los expertos resulta poco creíble si se tiene en cuenta el descenso del crecimiento económico que pasó del 5% al 3%, en tanto que la industria y la agricultura arrojaron índices negativos y no contribuyeron al aumento del empleo, que cayó en un 15% respecto de la construcción de nuevas viviendas según datos de CAMACOL.
A todo lo anterior se suma la monumental devaluación de la moneda nacional frente al dólar y el retorno de la inflación que conllevan nuevas alzas de los precios en los productos, bienes y servicios que se consumen y afectan irremediablemente la capacidad adquisitiva de los consumidores, particularmente de las capas bajas y medias que integran la llamada clase media, disminuyendo en esta forma su calidad de vida y bienestar general.
Los 500 mil empleos creados en el último año según se afirma desde las altas esferas del poder, hacen parte de la larga y pomposa lista de personas subempleadas que laboran unas pocas horas a la semana, en condiciones muy precarias, que en este caso el gobierno pretende justificar como parte de su política contra el desempleo.
Con un gobierno que privilegia la economía extractiva por encima de la industrialización del país y el desarrollo del sector agropecuario y favorece la inversión extranjera por encima del capital nacional y propicia la venta de las empresas públicas por debajo de las condiciones de oportunidad del mercado, no será posible resolver los graves problemas que afronta el pueblo colombiano, ya que en definitiva dicho modelo económico neo liberal no produce el rendimiento esperado ni el empleo suficiente para atender las necesidades económicas y sociales de la población, al tiempo que si favorece al gran capital monopolista nacional y transnacional.
Finalmente podemos decir que la Colombia de la clase media única, no es otra cosa que la visión neo liberal del establecimiento que trata de explotar demagógicamente la confianza de los ciudadanos con fines electorales, lo cual nada tiene que ver con la verdadera condición social y económica de los integrantes de las diversas capas o estratos sociales, que en muchos casos se acercan desde el punto de vista de su situación a la que viven los sectores sociales más pobres o que se han empobrecido, sin que exista ninguna solución para sus problemas individuales y sociales.
La idea de conformar una clase media única no tiene sentido ni futuro en tanto que el camino a seguir debe ser el de la unidad, organización y movilización de sus integrantes conjuntamente con las demás clases y grupos sociales dispuestas a emprender las acciones sociales y políticas por el cambio, la paz con justicia social, la ampliación de la democracia, los derechos y libertades de los ciudadanos, el bienestar y el progreso social en igualdad de condiciones para todos.
VEEDURIA CIUDADANA POR LA DEMOCRACIA Y LA CONVIVENCIA SOCIAL
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social