El Jodario

Por Gustavo Álvarez Gardeazábal

Se volvió demasiado importante el cargo de Registrador, ya no se necesita alguien imparcial que modernice la expedición de cédulas ni vuelva digital e internético el pre-conteo de los votos el día de elecciones como lo ha hecho, indiscutiblemente Carlos Ariel Sánchez.

No, ahora necesitan un Registrador sumiso, sometido a los poderes del estado, es decir, que se sienta elegido por la influencia del ejecutivo y el legislativo, ya que su selección y nombramiento lo hace el trio de presidentes de las cortes, es decir el judicial.

Como tal el nuevo Registrador debe estar atento a cubrir con lo que sea necesario las determinaciones de la Colombia que busca la paz de los colombianos que vamos a soportar el postconflicto, y estar alerta a ponerle trabas a los que el ejecutivo y los medios consideren enemigos de la ejecución del pacto que se firmará en La Habana.

Para garantizar ese flujo democrático, los tres presidentes de Cortes resolvieron en un acto controvertido, eliminar de la competencia al único par de ellos que no tiene voto en esta elección, el presidente del agonizante Consejo Superior de la Judicatura, Wilson Ruiz, porque dizque podría incurrir en la tal prohibida puerta giratoria  .

Haberlo hecho de esa forma es a más de inelegante, generador de sospechas de que algo traman y una repetición del absurdo que rige las normas de este país. ¿Quién mejor que aquél que esté ejerciendo la presidencia de una corte de justicia para garantizar al pueblo colombiano la imparcialidad que se le pide a un Registrador en estos tiempos?

Pero como esta es Colombia, que nos jodan y nos la metan sin vaselina,  aquí no hay quien proteste.

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