El Jodario

Por Gustavo Álvarez Gardeazábal

La encuesta que publicó El Tiempo el pasado domingo sobre la intención de voto para la alcaldía de Bogotá solo tuvo una sorpresa. Por primera vez quien mejor se desempeña en los foros y debates, y tiene ideas claras y actuales sobre la capital del país, marcó un poco más del 2%.

No tengo ni idea por cual partido se inscribió Alex Vernot, menos cuál es su número en el tarjetón, pero como de él se ha sabido poco pese a su capacidad indudable para pensar el futuro de Bogotá, en una elección tan cansada su opción loca puede servir para que muchos bogotanos entiendan que al menos hay otro sitio en donde votar.

De Vernot  dijeron que fue el cerebro de los Gillinski en el pleito que le ganaron a Bancolombia, pero jamás lo nombraron de presidente del banco Sudameris.

Dijeron que era la eminencia gris de Petro, pero el alcalde no le atendió ni su consejo ni aceptó las brillantes ideas que le hemos oído sobre el urbanismo de la capital o sobre el desarrollo de la movilidad.

Hasta el domingo Vernot permaneció en las sombras. Ahora que aparece marcando en las encuestas a solo 20 días de elecciones, se convierte en una opción loca de votar contra un Peñaloza que cree que la Bogotá de hoy es la de hace 20 años, o contra una Clara que se le olvidó la pésima administración que la izquierda ha hecho, o contra un Pardo adormecido en una inercia asustadora, o contra un Pachito locuaz que orina fuera del beque.

Vernot no va a ganar, pero donde llegará con su ímpetu, subiría en por lo menos un 5% el PIB de Bogotá, con los otros nanay cucas.

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