El Jodario

Por Gustavo Álvarez Gardeazábal

Cuando uno termina de leer la carta pública de Asocaña al presidente Santos y evidencia las distintas formas del atropello que se cometió con el asustador interés de joderse en la economía de 21 municipios del Valle, uno no puede pensar menos, que se sancionó a los ingenios azucareros o para satisfacer el odio que Santos le cogió al Valle después del discurso de Henry Eder o por la arrasadora antipatía que estúpidamente quieren sembrar desde el Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) contra el Valle con Nutresa a la cabeza.

Solo el odio puede llevar a cometer atropellos a nombre de la ley. Solo el odio puede llevar a sancionar a Asocaña con una multa de 30 mil millones, cuando el patrimonio líquido es apenas de 7 mil y ni liquidando todos sus activos alcanzaría a pagar la cuarta parte de la multa.

Solo el odio, elevado a la dignidad presidencial, puede haberle negado el derecho a recibir la certificación de la LAICA de Costa Rica donde se demostraba que la Compañía Nacional de Chocolates, filial de  Nutresa, trajo azúcar de ese país sin más papeles que el certificado que pide el Invima.

Yo no sé qué le hicieron los vallunos y los azucareros al presidente Santos o en cual negocio mis coterráneos pudieron haber tumbado a los paisas, para que el uno emitiera sanciones confiscatorias de dictadorzuelo veneco y los otros levantaran tan falsa y dañina imputación.

Retroceder y parar el ataque sería lo prudente, ni a Santos le interesa que sus candidatos en el Valle carguen el 25 con la culpa de ser los defensores de su atropello ni al mayor accionista del GEA, la muy vallecaucana Familia Scarpetta, le conviene aparecer como el verdugo de su tierra.

eljodario@gmail.com

@eljodario