Editorial
Llevamos tres años en el proceso de la paz de La Habana, desde que en Oslo se reunió el gobierno oficialmente con las FARC a iniciar diálogos (Octubre 17 del 2012) y todos los días están sucediendo hechos que afectan el proceso de paz que se adelanta en Colombia y sin que se supere el grave conflicto social que se vive en el país, uno de los más desiguales en el mundo.
No se ha atacado las verdaderas causas de la violencia en Colombia como son el atraso, la inequidad, el desempleo y la informalidad
En primer lugar porque no se ha atacado las verdaderas causas de la violencia en Colombia como son el atraso, la inequidad,pobreza, el desempleo y la informalidad. La violencia en las ciudades es tercermundista por sus 13.000 homicidios en el 2014, con una tasa de 30 muertos por 100.000 habitantes, estamos atrasados en competitividad, por el lugar que desempeñamos en Colombia frente al mundo en cuanto al PIB, tenemos mala educación para los más pobres, la salud está colapsada también para el 75% de los colombianos, etc.
En lo que respecta al proceso que se adelanta en la Habana con las Farc, los nubarrones siguen creciendo de manera vertiginosa, a pesar de haberse logrado esa foto internacional en la Habana, entre el Presidente Santos y el líder de las Farc Timochemco., donde se fijó la fecha del 23 de Marzo para firmar la paz.
Esta semana se ha conocido la última encuesta publicada por el diario El Tiempo y preparada por la firma Datexco, donde tan solo el 41% de los colombianos están apoyando el proceso de paz y hay una clara mayoría del 55% que todavía no cree en los citados diálogos.
Observar desde la objetividad del ciudadano, desde el Senado unos líderes de la paz como el coordinador de ponentes del acto legislativo para la Paz , Senador Roy Barreras, llamandole terroristas a los opositores al gobierno; como el Señor Fiscal General de la Nación Eduardo Montealegre con declaraciones que no tienen que ver con su cargo, argumentaciones pendencieras, fuera del contexto, que generan reacciones en contra del mismo proceso como plebiscitos ciudadanos en defensa del expresidente Uribe.
El retiro de la comisión de paz del ex presidente Pastrana y de la ex candidata Marta Lucia Ramírez, proyecta que algo raro está sucediendo
Y el Señor Procurador General de la Nación Alejandro Ordoñez también exagera en sus declaraciones públicas, como decir que el Gobierno está de acuerdo con la guerrilla en encarcelar al ex presidente Uribe y eso también afecta el proceso que se adelanta.
Y quien debería guardar compostura como Jefe de estado, el Presidente de la República Juan Manuel Santos, no se queda atrás y también con declaraciones altisonantes frente a un auditorio internacional de justicia, temas que generan reacciones muy duras de quien era su jefe el ex presidente Álvaro Uribe Vélez.
Y éste a su vez, señala al Presidente Santos como un delincuente en su gobierno y que es la única persona que debe estar presa de los funcionarios que gobernaron al país entre el 2002 – 2010.
Estas situaciones en el país de macondo, muy graves frente a la imagen colectiva de los ciudadanos, donde sus principales dirigentes están en una garrotera sobre unos acuerdos, que tienen muchas dificultades, empezando por el mismo gobierno nacional que dice que los de La Habana están mintiendo, todo por haberse firmado un acuerdo incompleto de la justicia con la guerrilla.
El Presidente Santos debe dar ejemplo de paz y liderar un diálogo civilizado con la oposición a través del Congreso y con los principales líderes del país
Y si a eso le sumamos el retiro de la comisión de paz del ex presidente Pastrana y de la ex candidata Marta Lucia Ramírez, proyecta que algo raro está sucediendo, donde señalan que el acuerdo que se adelanta en la Habana tiene unas garantías para la guerrilla que los ciudadanos no son capaces de ceder y es allí donde la encuesta toma importancia en la medida que los colombianos expresan sus dificultades en este proceso de paz con las Farc. Por ello, debemos preguntarnos si por cuenta de las atrocidades que ha cometido la guerrilla, los colombianos están dispuestos a perdonar, con un castigo que permita cicatrizar las tantas heridas que se han cometido en estos 50 años de guerra fratricida con este movimiento guerrillero. Por lo pronto, desde el Gobierno, el Congreso, La Habana y desde los medios de comunicación, se envía un mensaje de paz enredado para los colombianos.
El Presidente Santos debe dar ejemplo de paz y liderar un diálogo civilizado con la oposición a través del Congreso y con los principales líderes del país, para que puedan ser modelo de lo que se adelanta en La Habana y que el proceso pueda llegar a un feliz término, como lo queremos la mayoría de los colombianos.