El cura CamiloEl JodarioPor Gustavo Álvarez GardeazábalLas generaciones actuales no tienen ni idea quien fue el cura Camilo Torres. Cuando todavía enseñaban historia en las escuelas e instituciones docentes (ahora no se les puede llamar colegios), algunos lo alcanzaron a confundir con Camilo Torres, el líder de la independencia.Pero el cura Camilo Torres fue una esperanza hace 50 años, cuando pese a ser de la rosca santafereña que ha manejado este país, ( y cura con cara de llegar a cardenal), prefirió enarbolar las banderas de la rebelión y encabezar un movimiento de reacción contra la absurda manera de manejar el desequilibrio social como herramienta de gobierno.La iglesia, que entonces mandaba y dirigía la nación, lo consideró un apóstata y le aplicó la sanción disciplinaria que los curas rebeldes tenían como castigo por salirse del redil. El país, tradicionalista hasta los tuétanos, clasificó al cura como un peligro y dijo que detrás de él no vendría un cambio sino la revolución comunista que por esos días pregonaban e imponían Fidel Castro y sus barbudos de la isla cubana.Le pusieron la mordaza de siempre, la que siguen poniendo ahora los de la mesa de Juan para que las voces disidentes contra el santismo se las contraten o se las calle. Lo arrinconaron y el cura, ilusionado péndulamente, se dejó convencer de los del ELN y se fue al monte a empuñar un fusil y a que lo mataran.En febrero se cumplen 50 años de su muerte. El arzobispo de Cali, camilista irredento, nos ha pedido que hagamos de esa fecha un gran evento nacional para que recordando aprendamos y exijamos que devuelvan su cadáver que el Ejército escondió. Me uno a ese pedido, monseñor Monsalve, el cura Camilo es historia.eljodario@gmail.com@eljodario Uncategorized