El castigo al Azúcar Vallecaucana y el Gobierno NacionalEditorialEl 31 de Diciembre los colombianos conocimos la ratificación que hiciera el Gobierno Nacional a través de la Superintendencia de Industria y Comercio de la sanción a dos ingenios azucareros, su gremio Asocaña y a personas naturales por haber incurrido durante años en una conducta concertada, continuada y coordinada para obstruir o restringir importaciones de azúcar a Colombia. Las sanciones ascienden en total a $260 mil millones, garantizando la proporcionalidad frente a la gravedad de la conducta y la capacidad de pago de los infractores.Con esa decisión la Superintendencia ratificó que la defensa de la libre competencia económica no solo es una obligación constitucional y legal, sino un imperativo ético e inaplazable para la protección y bienestar general de los consumidores, el buen funcionamiento del mercado y la eficiencia económica.La Superintendencia ratificó que la defensa de la libre competencia económica no solo es una obligación constitucional y legal, sino un imperativo ético e inaplazable para la protección y bienestar general de los consumidoresEn la demanda que piensan instaurar, pensamos los vallecaucanos que los ingenios deben demostrar que no han limitado la libre competencia que contextualiza la conducta que hoy les están reprochando, donde presuntamente hubo un acuerdo para obstruir la participación del azúcar importada en el mercado colombiano y de esta manera evitar la caída en el precio del producto, que beneficia al consumidor colombiano.No hay que olvidar que la libre competencia en el mundo fundamentan su progreso y crecimiento económico en la libertad de los mercados, y es precisamente lo que se les reprocha a los ingenios azucareros y al gremio Asocaña, que han afectado el derecho de la competencia, es decir que no han creado las condiciones para que la economía funcione mejor en un refinen de libre mercado.Los ingenios deben demostrar que no han limitado la libre competencia que contextualiza la conducta que hoy les están reprochandoNo podemos olvidar que el libre funcionamiento de los mercados es la mejor manera de asignar bienes y servicios, aseguran que estos sean producidos eficientemente y al menor costo, ofreciendo al consumidor final un bien de alto nivel de calidad y asequible dentro del mercado, por esta razón la libre competencia tiene una gran influencia en el desarrollo social del país, siendo el azúcar un producto muy importante para la canasta familiar de los colombianos.Reiteramos que debe primar la sensatez entre todos para que los consumidores, la sociedad colombiana, los ingenios, el gobierno y los gremios, puedan quedar satisfechos en las decisiones que tome la SIC y el alto gobierno nacional, tanto en la reposición como en la apelación que se presente. Las implicaciones que tienen las sanciones son preocupantes para la economía vallecaucana, pero también nos preguntamos si ejercer un poder dominante constituido como un cartel del azúcar, sería un monopolio que afectaría los intereses de los consumidores. No es fácil de tomar partido en la controversia frente a la ley y la conveniencia del país, admiramos y respetamos al principal sector de la economía vallecaucana, pero serán ellos, quienes deben ahora demostrar su acatamiento a las normas legales. Y debemos entender claramente que la sancion ya ejecutoriada, aquella que si no pagan la multa de $260 mil millones embargan las cuentas de los ingenios, entender que la sanción tambien es del Gobierno Nacional y el Presidente Santos.