El racionamiento de agua tiene soluciónAgencia de Noticias UnivalleLa solución a los efectos del fenómeno de El Niño que actualmente aquejan al país, no se ubica exclusivamente en el ahorro y eficiencia en el uso doméstico de agua, que se solicita en estos casos a los habitantes de las ciudades.Para los efectos del fenómeno, tales como la variabilidad climática y la disminución en la cantidad de agua en los ríos, que deriva en racionamiento, la solución está en planificar eficazmente y garantizar la sostenibilidad de las fuentes de aprovisionamiento, de lo contrario el problema persistirá, será continuo y cada vez más grave, explica el profesor del Instituto Cinara de la Universidad del Valle, Luis Darío Sánchez Torres.El problema de fondo es que sólo nos preocupamos por tomar medidas cuando llega la crisis y estas medidas de choque son las menos adecuadas, por el desespero mismo que genera la difícil situación. Entonces se cobran multas a los usuarios del servicio domiciliario que riegan las matas del jardín, pero no se soluciona el verdadero problema.En Colombia sabemos con varios años de antelación cuándo ocurrirá el fenómeno de El Niño y sus consecuencias, sin embargo esperamos el momento de crisis para tomar medidas usualmente poco útiles.Cuando se presenta el fenómeno de El Niño las precipitaciones o lluvias disminuyen ostensiblemente. Adicionalmente, las cuencas hidrográficas en Colombia sufren altos niveles de deforestación y erosión (problema persistente) y esto deriva en la poca retención de agua en el lecho de las correntías y, en consecuencia, los caudales disminuyen rápidamente, lo que lleva a la merma de la disponibilidad.Para evitar la falta de disponibilidad son necesarias varias acciones. Una de éstas es garantizar que las fuentes de agua para el aprovisionamiento se mantengan en las mejores condiciones para garantizar el caudal y la calidad para los diferentes usos; para ello también son fundamentales medidas de ahorro y eficiencia en el uso del agua, no solo en los domicilios. También es necesario que las autoridades ambientales (Dagma y CVC en la región) controlen estrictamente las concesiones o permisos que han dado para la toma de agua directa de los ríos y los acuíferos.En Colombia, el principal concesionario y usuario del agua es el sector agrícola que consume el 46,6% de este recurso, el segundo es el sector hidroeléctrico, el tercer lugar lo ocupa el sector pecuario y el cuarto en consumo -con el 8,2% del total- es el sector domiciliario, que puede incluir el comercio, las viviendas y las industrias.Para abastecer de agua a estos sectores, la autoridad ambiental concesiona el uso de cierta cantidad de agua en un tiempo determinado; pero el mayor inconveniente radica en que no hay un buen control de estos permisos y cada concesionado puede usar y hasta desperdiciar mayores cantidades de las permitidas.Según un estudio realizado por investigadores del Cinara, por solicitud del Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible para fortalecer a las autoridades ambientales en la promoción del uso eficiente y ahorro de agua en Colombia y actualizar la “Guía del uso eficiente del Agua”, el sector agrícola que demanda la mayor cantidad de agua en Colombia, debería tener el mayor foco de atención porque tiene una ineficiencia en el uso del recurso hídrico del orden del 60 por ciento.Pero el problema no radica exclusivamente en la falta de control en las concesiones. Las empresas de servicios públicos que transfieren y comercializan el agua al sector domiciliario, también tienen un alto grado de ineficiencia.En Cali, el consumo diario de agua por habitante hace 20 años, era entre 250 a 300 litros por persona al día y hoy, el promedio está entre 100 a 120 litros por habitante por día, lo que muestra una mayor eficiencia en el consumo per cápita en la ciudad por parte del sector domiciliario.Pero así como aumenta la eficiencia, entre los usuarios de viviendas y empresas de la ciudad, en la ESP Empresas Municipales de Cali –Emcali, no sucede lo mismo, señala el profesor Sánchez.Hasta hace 11 años el índice de ineficiencia de la mencionada empresa era del 40%, En 2004 el 40% del agua que potabilizaba Emcali no se contabilizaba. Sin embargo el problema ahora es mayor porque el porcentaje subió al 58%, lo que genera más dificultad durante las épocas de sequía, como la que se vive actualmente.Destaca el experto que “si se compara la ineficiencia en el servicio de agua de Emcali con otras empresas los resultados son agridulces: mientras que entre las grandes empresas como la ESP Triple A de Barranquilla tiene un índice de desperdicio del 60% desde hace varios años, la ESP Empresas Públicas de Medellín –EPM tienen índices de 45% de desperdicio y la de Bucaramanga alcanza el 40%; aunque empresas más pequeñas como Acuavalle solo tiene un índice de agua no contabilizada del 20 al 24%.El ingeniero Sánchez recalca en que, segúnel estudio realizado por investigadores de Cinara, para solucionar el recurrente problema de sequias en Colombia se deben controlar con mayor rigurosidad las concesiones de agua, modernizar al sector agrícola en usos eficientes de los acuíferos y a la empresas prestadoras de servicios públicos para ser más eficientes. Otros aspectos clave en la solución son garantizar la sostenibilidad en las fuentes de aprovisionamiento existentes y frenar la deforestación de las cuencas hidrográficas, pues el país pierde 10 toneladas de suelo por segundo, gracias a los problemas erosivos. Todo esto podría lograrse con una adecuada planeación en Colombia, concluye. Uncategorized