¿Se repite la historia?Por Guillermo E. Ulloa TenorioEconomista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.Los tiempos de zozobra, impotencia, tristeza e incertidumbre que vivimos como nación vuelven a asomar como fantasma del pasado. Pensábamos había cesado esa horrible noche de sometimiento de todo un país a los caprichos de unos pocos.Hace veinticinco años, los poderosos carteles de la droga, liderados por Pablo Escobar, embelesados por la inmensa fortuna que dio su ilícito comercio, tuvieron la osadía en desafiar la institucionalidad del gobierno. La estabilidad del país fue amenazada y sucumbió ante pretensiones, exigencias y demandas descomunales.Actos diabólicos de extorsión, escalada de homicidios a la fuerza pública, secuestro de civiles, periodistas y representantes de la sociedad, cegando las vidas de Marina Montoya y Diana Turbay Quintero, entre muchos otros inocentes colombianos, aun retumban en un laberinto oscuro que no quisiéramos recordar.Cesar Gaviria Trujillo ocupando la Presidencia, que el terrorismo arrebató a Luis Carlos Galán, tuvo poca posibilidad de maniobra. Siguió el mandato de conformar la Asamblea Constituyente, que además de reformar la obsoleta Constitución de 1886, otorgó el beneplácito de abolir la extradición, suavizando el sometimiento a la justicia de grupos ilegales, beneficiando las pretensiones terroristas sin acudir a la figura del estado en guerra.Hoy, Santos, afanado en concluir negociaciones con las FARC, bajo el pretexto de paz de una guerra no declarada, propone una reforma constitucional, no a través de una constituyente, sino un plebiscito, otorgando beneficios y amnistías, guardando similitud con el proceso de Gaviria.Debemos acudir a la memoria de los constituyentes, quienes aún hacen parte de la vida nacional. Escuchemos a los senadores Antonio Navarro y Horacio Serpa, a los destacados juristas Carlos Lleras de la Fuente y Jaime Castro, funcionarios activos como Juan Gómez Martínez, Carlos Holmes Trujillo García, Eduardo Verano de la Rosa, Angelino Garzón, Guillermo Perry y Fernando Carrillo, entre otros y conocer cuál es la diferencia entre un estado alzado en armas protegiendo la institucionalidad contra la delincuencia y el actual momento trazado por el Presidente Santos.Su responsabilidad con Colombia es aportar conocimiento y experiencia para conocer, objetiva y retroactivamente, los riesgos que asumimos con el plebiscito que podría reformar sustancialmente la constitución, sin el proceso deliberativo que se permitió en aquella ocasión.Coincidencialmente, los funcionarios protagónicos del gobierno de Gaviria, en la Asamblea Constituyente, Humberto de La Calle y Rafael Pardo, han sido investidos como máximos representantes del actual gobierno en la etapa de negociación y post conflicto. Alejados del poder y aura del nominador, esperamos de ellos su concurso transparente, justo y cristalino en beneficio de la mayoría poblacional que anhela un mejor futuro para el país.Mal haríamos someter estérilmente la población y las fuerzas armadas, que cumplen con un deber constitucional, entregar nuestra soberanía como nación republicana y democrática caprichosamente. Sí no existe guerra no podemos hablar de paz sino de convivencia pacífica.¡Oh, mar de Coveñas, ilumínanos y seas nuestro testigo en esta etapa histórica.geulloa@hotmail.com@geulloa