La igualdad social: un nuevo reto para los colombianosPor Luz Betty Jimenez De Borrero / Pablo A. Borrero V.La búsqueda de la igualdad social siempre ha constituido un anhelo del pueblo que en medio de la sociedad de clases se ha traducido en una verdadera frustración. Su consecución se ha limitado de parte de los gobiernos a la simple reducción de la pobreza, mientras tanto crece la desigualdad social, tal como sucede con la aplicación de las políticas asistencialistas heredadas de gobiernos anteriores y encaminadas a estimular exclusivamente el ascenso de las clases y grupos sociales mas pobres en la escala social, que hoy temen regresar al estado anterior en la medida en que ven reducidos sus ingresos como consecuencia de la desaceleración de la economía, que conlleva al incremento del desempleo y al ajuste del salario mínimo por debajo del costo de la canasta familiar y al aumento de los precios de los productos, bienes y servicios de consumo particularmente en el rango de los alimentos básicos.Dicha situación generadora de un clima de inestabilidad e inseguridad económica y social viene siendo aprovechada por algunos gobernantes para retomar el debate político e ideológico sobre el tema de la reducción de la pobreza y la desigualdad social.Al respecto hay quienes sostienen que la mejor forma de acabar con la desigualdad social y la pobreza es incrementando los ingresos de los trabajadores cuyo salario no puede estar por debajo del índice de precios y de productividad del trabajo. Otros sostienen que es necesario imponer altos impuestos al capital o por lo menos obligar a sus depositarios a pagar los existentes, con miras a lograr una mejor distribución del ingreso y la riqueza social. Dicha opción tiene en la actualidad su mejor exponente en el afamado economista francés Thomás Piketty, autor del libro “El Capitalismo del Siglo XXl”, quien por cierto estuvo de visita en el país invitado por la Universidad del Rosario en Bogotá.El citado tratadista hace en su obra un detallado análisis de la distribución del ingreso y de la riqueza en algunos países desde el siglo XVlll hasta nuestros días para concluir con la afirmación de que las ganancias de los capitalistas suelen ser superiores al crecimiento de la economía, lo que genera una mayor concentración de la riqueza que a su vez conduce a una mayor inequidad y desigualdad social, todo lo cual se puede remediar implementando políticas fiscales dirigidas a gravar con impuestos las ganancias y las herencias de los ricos a nivel global.En el caso concreto de Colombia está claro que los poseedores del gran capital no cumplen con el deber de pagar la totalidad de sus impuestos atendiendo los principios constitucionales de progresividad, equidad y justicia tributaria, ya que gozan de privilegios legales, en tanto que el grueso de los impuestos recaen sobre las clases y sectores populares y medios de la población que viven en lo fundamental de su trabajo. Es cierto que en algunos casos y circunstancias especiales los capitalistas están dispuestos a pagar incluso altos impuestos, tal como sucede con el gravamen al patrimonio y a las utilidades, no siendo óbice para que los mismos se trasladen a los consumidores a través de los precios especulativos de los productos, bienes y servicios que ofrecen en el mercado.A su turno el citado tratadista considera que con el incremento del recaudo derivado del alza de la tasa impositiva, se podrá atender la educación de calidad con lo cual será posible disminuir la desigualdad social. Sin desconocer la importancia que tiene la educación en cuanto a las posibilidades de nivelación de los individuos en función de sus conocimientos y capacidades, lo cierto es que por ejemplo, los hijos de los campesinos que desde muy temprana edad tienen que laborar en el campo no cuentan con las oportunidades de capacitarse y mejorar su condición social e individual al igual que muchos otros individuos pertenecientes a diversas clases y grupos sociales que viven en las grandes ciudades.Por otra parte, la experiencia práctica e histórica confirma que en las condiciones de la sociedad capitalista la simple decretación de nuevos impuestos no detiene el proceso de acumulación y reproducción del capital que conlleva a una mayor apropiación de la riqueza estimulada por la competencia y el ánimo desmedido de obtención de ganancias con el mínimo de costo posible. Pero además el alza en los impuestos genera la tendencia en muchos casos a disminuir el crecimiento económico y a elevar los precios de los artículos, lo cual a la postre no contribuye a disminuir la desigualdad social si no a incrementarla.Paradójicamente lo aconsejado por Piketty de elevar sustancialmente la carga impositiva será aprovechada en esta ocasión por el presidente Santos para apuntalar la reforma tributaria que espera presentar al Congreso próximamente y cuyo objetivo es recaudar mas impuestos para tapar el hueco fiscal y controlar la inflación desbordante que empieza a golpear los bolsillos de los sectores más vulnerables, para quienes la posibilidad de la igualdad social no deja de ser más que una quimera cada vez más lejana de la realidad.Está claro que con la aplicación de esta teoría no será posible erradicar las causas que conducen al aumento de la desigualdad social, en tanto no se pueda superar las contradicciones económicas, políticas, sociales y culturales existentes en el seno de la sociedad, en donde resulta más evidente la necesidad de adelantar las acciones políticas y sociales capaces de realizar los cambios que requiere el país en materia de igualdad social para todos los colombianos.Veeduria Ciudadana por la Democracia y la Convivencia SocialEl Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social