Alianza pacifico: muchas expectativas, pocos resultadosLuz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.Desde la conformación en el año 2012 de la Alianza Pacífico hasta el momento, los cuatro países que la integran: México, Colombia, Perú y Chile se propusieron incrementar el intercambio comercial con muy pocos resultados. En el caso específico de Colombia, con los tres países dicho intercambio no solo es que ha sido muy exiguo, sino que se ha venido reduciendo en lo que corresponde al flujo de las importaciones-exportaciones. En medio de estas circunstancias aciagas, Buenaventura el principal puerto del Pacífico colombiano ha estado totalmente abandonado por la Alianza Pacífico a pesar de ser la puerta de acceso a la región Asiática, considerada como un punto estratégico con el cual se aspira incrementar el comercio internacional.En general el bloque de países de la Alianza Pacífico ha tenido como objetivo fortalecer sus economías a partir de la conquista de nuevos mercados de exportación de materias primas, productos agropecuarios y manufacturados de carácter intermedio, de cuya negociación obtienen la mayor parte de sus ingresos presupuestales, que por lo regular han disminuido sustancialmente a raíz de la caída de los precios de los productos minero energéticos y en especial del petróleo.El sueño de poder negociar en bloque como si se tratara de una sola nación ha encontrado innumerables barreras a la hora de tener que competir con las grandes potencias industrializadas que cuentan con una producción diversificada y altamente tecnificada de toda clase de productos, bienes y servicios, que les generan grandes beneficios económicos y comerciales, frente a los países de la Alianza Pacífico que poseen una estrecha especialización de la economía y de sus exportaciones comprometidas básicamente con los Estados Unidos de Norteamérica tal como sucede en el caso de Colombia.Esta circunstancia se ha convertido en un obstáculo para la integración de los países interesados en expandir el intercambio comercial y acordar nuevas condiciones en diversas materias arancelarias, cambiarias, cuotas de exportación, diversificación de productos y servicios, protección de la propiedad intelectual y siempre y cuando sea posible realizar dicho intercambio en el marco del respecto a la soberanía y los derechos económicos, laborales y sociales de los trabajadores y ciudadanos en general y la obtención de ventajas recíprocas para cada país.Por supuesto que no será fácil competir con las potencias industrializadas y particularmente con aquellos países que como USA pretenden adoptar políticas proteccionistas al estilo del gobierno del presidente Donald Trump, en tanto que a los países integrantes de la eurozona, el Japón y China, tan solo les interesa la negociación de materias primas y productos derivados del sector agropecuario y agroindustrial, cuyos precios internacionales tienden a reducirse o a estancarse de manera sistemática.Lamentablemente todo el esfuerzo realizado que podría canalizarse sobre nuevas bases de intercambio comercial, local e interregional está mediatizado por el dominio de los monopolios y las grandes transnacionales que se han apropiado del comercio interno y externo de los países en desarrollo como lo son los que integran actualmente la Alianza Pacífico, circunstancia ésta que tiene lugar con el auspicio y beneplácito de los gobiernos de turno, cuyas políticas neoliberales de privatización de las empresas estatales, de los recursos naturales y de la adecuación de las regulaciones a los intereses del gran capital financiero nacional e internacional, han hecho prácticamente imposible transitar por una “víaIndependiente y soberana” en el manejo de las relaciones comerciales, objeto de innumerables presiones de carácter unilateral de los gobiernos proteccionistas o multilaterales provenientes del mundo capitalista globalizado, lo que conduce a una mayor dependencia y sometimiento de los países en desarrollo, tal como sucede con los de la Alianza del Pacífico que han sido tratados como países coloniales por las clases dirigentes y gobiernos de los países desarrollados, responsables de la crisis general del capitalismo y del desarrollo económico desigual de los pueblos del África, Asia y América Latina.Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia SocialEl Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social