Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.


 

De acuerdo con los resultados de las últimas encuestas existe la posibilidad de que para la alcaldía de Cali sea elegido el empresario Roberto Ortiz y para la gobernación la doctora Dilian Francisca Toro.

Así mismo, otros candidatos aspiran a ocupar cargos de representación popular en el Concejo Distrital, en la Asamblea departamental y en las juntas administradoras locales JAL.

Dicha posibilidad sin embargo no podrá convertirse en realidad en tanto no se verifiquen los resultados que arrojan las urnas los cuales tendrán que ser certificados por las autoridades electorales.

En esta ocasión los grandes derrotados al parecer serán el Centro Democrático, el partido Verde y el Pacto Histórico, además de otros partidos y movimientos políticos que participan en la contienda electoral.

Entretanto la ciudad y el departamento atraviesan por una profunda crisis económica, política y moral que surge en medio de la agudización de las contradicciones sociales que se presentan en la sociedad, comprometiendo de esta manera el futuro de miles de caleños y vallecaucanos que padecen los riesgos del empobrecimiento, la falta de empleo, la ausencia de una verdadera democracia participativa y decisoria, la restricción de sus derechos y libertades , trayendo como resultado el declive del sistema social el cual comienza a presentar menores índices de crecimiento económico y social, en tanto que sus clases dirigentes pierden cada vez más su capacidad para gobernar la ciudad y el departamento.

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A lo anterior se suma en medio de la campaña electoral la tendencia de los ciudadanos(as) que se dejan engañar por los candidatos si antes no desentrañan de sus palabras y promesas su verdadero contenido, casi siempre ligado con determinados intereses de clase, grupo social o individuales, que muy poco tienen que ver con la defensa del interés general tal como se establece en la Constitución Política de nuestro país.

Y de ahí que a los caleños y vallecaucanos no les quede otra opción que participar activamente votando en blanco como expresión del descontento generalizado por el estado de cosas que se viven en la ciudad y en el departamento, al tiempo que deben unirse, organizarse y realizar las acciones políticas y sociales necesarias para lograr la creación de una nueva realidad social y política ya que la vieja y desueta gobernabilidad se encuentra sometida a un letargo, mediatizado por la demagogia, el populismo y el reformismo enmarcados en las políticas del régimen que tiende a apaciguar los ánimos de los caleños y vallecaucanos que en muchos casos terminan conformándose con la situación o absteniéndose de participar en el proceso electoral.

ADENDA: Las invasiones se convirtieron en una constante en el territorio del distrito, tras de las cuales se encuentran organizaciones ilegales que promueven las ocupaciones de hecho en predios que incluso hacen parte de la reserva natural de la ciudad. No obstante, de acuerdo con informes de la Secretaría de seguridad y la de Vivienda, el 44.7% de los hogares caleños habitan en invasiones en el oriente y en la zona rural. Ante la inexistencia de una política de vivienda y de un eficiente control del territorio, las invasiones se constituyen en una forma irregular de acceder a la vivienda generando incluso graves daños al medio ambiente, lo que conlleva a que las autoridades incurran en actos de omisión en el ejercicio de sus funciones a pesar de los planes y programas de vivienda que no pasan de ser más que simples formalidades en tanto persiste el déficit habitacional y los problemas permanentes de las invasiones.


Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social

El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social