Cali sin visión de futuroNicolas Ramos GómezSantiago de Cali y su zona de influencia o su área metropolitana (Jamundí, Dagua, Yumbo, Candelaria) que se vienen hinchando en total desordenNuestros mayores cuando alguien no tenía un rumbo claro decían que estaba dando palos de ciego. Eso le está pasando al país, a los departamentos (salvo Antioquía que tiene un programa “Visión Antioquía”) y a Santiago de Cali y su zona de influencia o su área metropolitana (Jamundí, Dagua, Yumbo, Candelaria) que se vienen hinchando en total desorden y sin ninguna visión del futuro. Los POT, sin haber realizado los estudios que los soporten, más que ordenar, contribuyen al desorden.La ciudad y la región se hinchan en desorden, dirigida por los urbanizadores o constructores y no por un proyecto de urbanización integral. Este estudio debe considerar todas las variables que influyen para lograr un crecimiento ordenado que considere la casi exponencial demografía, origen y destino de la movilidad de sus habitantes, posibilidad de servicios públicos (acueducto, alcantarillado, vías, electricidad, zonas verdes, etc.).Un acueducto toma entre estudios y construcción no menos de 5/10 añosUn plan de desarrollo a 20/40 años, que son días en la vida de una ciudad. De los servicios fundamentales de agua y desagües no hay nada previsto. Un acueducto toma entre estudios y construcción no menos de 5/10 años. Entonces cuando aparece el faltante se toma la decisión más fácil, casi siempre la más equivocada o se ordena un nuevo estudio.Para no seguir dando “palos de ciego” es fundamental tomar decisiones, no importa que superen los periodos de varias administraciones. Pero lo fundamental e impostergable para lograrlo es que los ciudadanos cumplamos con el deber de votar, no por el menos malo, sino buscar y respaldar a quienes con visión de futuro acepten el compromiso de servir y erradiquen la corrupción que se campea, como Pedro por su casa, por todos los niveles de la administración pública, influida o ayudada por muchos del sector privado.Como vamos, vamos de mal en peor, pero si no asumimos nuestros deberes, iremos peor y el retorno será cada día más difícil. Lo vemos en Venezuela.