Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.
La campaña electoral que se adelanta en Cali presenta algunas características que deben ser tenidas en cuenta para la discusión y el debate que deben realizarse en el seno de las organizaciones sociales, familiares, laborales, movimientos y partidos políticos, sindicatos, iglesias y demás entidades ambientalistas, culturales, de género, etc., a fin de que la participación de los ciudadanos en este proceso no se limite a la simple apariencia de una realidad que se oculta al examen del contenido de las propuestas que se ofrecen en la campaña electoral.
1.- Los ciudadanos no conocen el contenido de los programas de los candidatos y tan solo el 24.6% han escuchado algunas propuestas a través de los medios de comunicación y foros realizados en las universidades y centros de pensamiento.
2.- Las propuestas e iniciativas de los candidatos no tienen un sustento económico, financiero, jurídico y técnico que justifique su implementación.
3.- Las políticas públicas con las cuales se comprometen los candidatos tienden en el fondo a satisfacer las necesidades de su entorno económico, político y social, bajo el disfraz de la defensa del interés general.
4.- La implementación del nuevo modelo de ciudad Distrito Especial constituye para el candidato que asuma la alcaldía de Cali la forma para continuar y desarrollar las mismas políticas con los mismos protagonistas de siempre: empresarios de la construcción de viviendas e infraestructura vial, educativa y en salud, etc.
5.- Las actuales administraciones municipal y departamental participan en la brega electoral con candidatos que cuentan con su apoyo y respaldo electoral, mediatizado por la politiquería tradicional.
6.- Parte esencial de los compromisos electorales es mantener y financiar los programas asistencialistas y mendicantes con los cuales se atenúa la protesta popular y se busca persuadir a los sectores mas vulnerables de la sociedad de conformarse con su estado y situación económica y social en lugar de luchar por un verdadero cambio social.
7.- El papel de los medios de comunicación tradicionales y de algunos alternativos, se limita a reproducir las palabras y promesas de los candidatos sin profundizar en su contenido en torno a los proyectos e iniciativas, circunstancia esta que los convierte en los difusores de una especie de catálogo de productos que ofrecen los candidatos con los cuales se busca seducir aquellos electores que optan por votar por el “menos malo” o por el que puntea en las encuestas en el mercado electoral.
8.- El hecho de que personas o empresas contribuyan con la financiación de las campañas de determinados candidatos, hace que estos se vean inclinados a devolver favores una vez accedan al poder, circunstancia esta que no es ajena a lo que sucede con la actual campaña electoral.
9.- Todos los candidatos están de acuerdo -con algunas pequeñas diferencias- de construir el Metros, el Tren ligero, el de cercanías, el tranvía, extender el MIO Cable; proyectos estos que en época de campaña se convierten en anzuelos para conquistar el voto de los potenciales electores, en tanto que los candidatos prometen y prometen cosas que no dejan de ser mas que simples posibilidades formales que no podrán materializarse en la práctica durante el período de su mandato.
10.- Esta vez como en ninguna otra campaña, la jornada electoral transcurre en medio de la presión política que ejercen desde las administraciones municipal y departamental, el trasteo de votos, la intimidación y la violencia partidista, contra un número significativo de ciudadanos que han manifestado su intención de abstenerse de votar y otros de votar en blanco, o de participar con candidatos escogidos democráticamente, circunstancia esta a través de la cual se refleja la pérdida de la confianza de los ciudadanos en los candidatos a quienes ven como los continuadores de las políticas de siempre alejados de las verdaderas necesidades e intereses de los ciudadanos que demandan de soluciones concretas en materia de seguridad, empleo, movilidad, educación, salud, etc.
Como EPILOGO de estos aspectos se puede colegir que en la ciudad de Cali el ejercicio de la actividad política electoral entró en una profunda crisis que se expresa en términos generales en cada una de las características anteriores que reviste la campaña electoral mediatizada por la desinformación, el clientelismo político, la demagogia, el populismo, la intimidación y la violencia a los que acuden determinados grupos y sectores políticos generándose de parte de los ciudadanos una gran desilusión de la política y de sus dirigentes en quienes ya no confían como sus representantes y defensores de sus intereses comunes, generando el rechazo de la comunidad. En estas condiciones tanto el alcalde como la gobernadora serán elegidos por una mayoría MINORIA que no representa a la mayoría de caleños y vallecaucanos, repitiéndose la historia de las elecciones en los últimos veinte años.
En la actualidad los ciudadanos no cuentan con las garantías suficientes para participar en este debate electoral, no obstante que un número considerable de ellos preferirán la opción democrática de votar en blanco como expresión de protesta por el estado de cosas que se vive en la ciudad y en el departamento.
Con tal fin la comunidad caleña conjuntamente con sus organizaciones políticas y sociales de carácter democrático y progresista deberán propiciar la unidad, organización y movilización de los ciudadanos por la defensa de sus derechos y libertades oponiendo al autoritarismo reinante en la ciudad la práctica de una nueva y mas amplia democracia participativa ajena a todo democraterismo y populismo que hoy están de moda en todo el mundo capitalista globalizado.
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social