Editorial
Reconocer el esfuerzo gigante , decidido y compulsivo del Presidente Ivan Duque , la gobernadora del Valle , Clara Luz Roldan y el alcalde de Cali, Jorge Ivan Ospina….dedicados a resolver los grandes, medianos y pequeños problemas del Covid 19. En Colombiael problema es estructural, la planeación es para lo urgente y prioritario….con presupuestos deficitarios, por ello, son muchas las variables en el aire:
- Los tests…siguen sin una respuesta adecuada en volumen.
- Hospitales, camas y UCI….Minsalud, gobernaciones y alcaldías, haciendo grandes esfuerzos….Alcanzaran, cuando nos llegue el volumen? Ojalá no llegue, por obra del trópico y la misericordia….
- La repartición de alimentos y subsidios….Si, tenemos un país, altamente subdesarrollado….con una población vulnerable por fuera del sistema…..
- Y en la medida en que no tenemos la cultura suficiente para lograrlo, la única manera es el toque queda con el ejército en las calles, lo que no se ha querido imponer, por el problema social de la falta de dinero en un porcentaje muy alto de los hogares colombianos.
El gobierno lo ha comprendido, en el solo Cali los estratos 1, 2 y 3 suman el 79% de la comunidad y un porcentaje no inferior a la mitad, es decir el 30.5%, ha perdido sus ingresos ante esta crisis. Resolver esta crisis desde el punto de vista de la pobreza y la miseria existente es muy difícil.
Los empresarios y grandes corporaciones siguen como Propacificos ( s ) en TELETONES…….que son vergonzosas……Entender que el problema es billonario y no de ahorro público que en Colombia tiene grandes límites. Reflexionar en este aprendizaje sobre la realidad social y económica del país. Una cosa es EEUU, otra es Francia, otra Corea del Sur, otra la China y otra Colombia. Por ello quién tiene la mayor fortaleza en información, conocimiento y tecnología, cómo son las grandes corporaciones, son los que deben marcar con el gobierno el liderazgo a la solución urgente y prioritaria del primer problema: el hambre.
Llego el momento que el gobierno por las buenas o por las malas, que los grandes empresarios, líderes de sus corporaciones, decidan invertir rápidamente un porcentaje de los más de 60 billones de pesos que tuvieron de utilidades en el año 2019, por ejemplo un 10%, es decir seis billones de pesos, en préstamo al gobierno nacional en bonos de mediano plazo. Esto no es un regalo, sería un aporte, que no le afecta su crecimiento, porque el 10% de utilidades puede reponerlo cada empresario. Más fácil, pero si genera un mensaje masivo, de solución de la problemática. Entender que estamos en una economía de guerra.
Y precisamente es allí donde el coraje, grandes objetivos y la responsabilidad, obliga a los dirigentes nacionales, públicos y privados, a hacer el llamado de la unión y la cooperación, para transformarnos mejor hacia el vínculo común y en una visión de largo plazo. “Somos briznas de hierba en las manos de Dios”, decía Álvaro Gómez Hurtado, y efectivamente tenía razón, la amenaza de la naturaleza nos obliga a tener la decisión del cambio, para asumir retos que aparentemente son imposible de cumplir y superarlos.
A nuestros gobernantes y nuestros empresarios, toda decisión que sea pequeña o que no se base en una unión es débil, las convocatorias deben ser grandes y reales. Por eso reiteramos en estas páginas editoriales, que el sector empresarial está en mora de definir su aporte millonario, teniendo en cuenta que lícitamente ha generado riqueza en el país, pero le llegó el momento de hacer más justicia social, no solamente generando el empleo con rentabilidad económica.
Todos tenemos que transformarnos para desarrollar la capacidad de evolucionar (cambiar) es el momento de buscar la construcción de un desarrollo equilibrado, armónico y justo de Colombia, el Valle del Cauca y la ciudad de Cali, es un mensaje que debe dar el gobierno a los empresarios