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<em>Igual es una falacia seguir proclamando el crecimiento económico como factor de desarrollo, pues no hay crecimiento, solo agotamiento de los recursos</em>

Nicolás Ramos G

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP


Cicerón expresaba, 200 años antes de Cristo, que quienes no podían o no tenían los recursos para criar y educar un hijo no debían tenerlo. Hoy no solo en Colombia, sino en el mundo, ello es más que urgente dado que no podemos olvidar que los recursos del Planeta Tierra son finitos: los renovables los estamos agotando más de prisa que su capacidad de reposición, los no renovables como el petróleo, gas, carbón y minerales, simplemente se agotan. A lo anterior se agrega el calentamiento global con sus desbastadores efectos sobre el clima que se sienten por doquier. Igual es una falacia seguir proclamando el crecimiento económico como factor de desarrollo, pues no hay crecimiento, solo agotamiento de los recursos, renovables o no. No se puede olvidar la Ley física de “que nada se crea, solo se transforma”.

El anterior comentario nos hace recordar los programas desarrollados en los barrios de la ciudad durante los VI Juegos Panamericanos con el fin de promover un comportamiento acogedor con los turistas que se esperaban para el evento y se aprovechó para hablar de la necesidad de la planificación familiar.   

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<em>En el mundo, ya del orden de 7.700 millones de personas con más de 2.000 que tienen hambre o escasa comida, agua potable o servicios sanitarios</em>

Hoy creemos debe ser una función prioritaria de PROFAMILIA el diseñar y presentar por ciudades y regiones del país programas educativos sobre la irresponsabilidad de procrear sin recursos económicos suficientes y la incapacidad del Planeta Tierra para alimentar más población.

En el mundo, ya del orden de 7.700 millones de personas con más de 2.000 que tienen hambre o escasa comida, agua potable o servicios sanitarios. En nuestro país crece el número de personas sin posibilidad de empleo y en las grandes ciudades aumentan los cinturones de miseria. Igual debemos ser conscientes que debemos consumir lo nuestro e importar lo mínimo, ya que cada día el endeudamiento del país es mayor. En el mismo sentido debemos concientizarnos de la economía circular, reusar y minimizar el consumo para llegar a “basura cero”. Igual se debe combatir con eficiencia la minería ilegal que contamina las aguas y destruye el vital bosque para el equilibrio ambiental, así como la tala de los montes de galería, su explotación sin licencia, promover su reposición y prevenir las quemas del mismo, pues no olvidemos que son la “alcancía del agua”.

Todos estos hechos, además de atentar contra el medio ambiente, profundizan las diferencias entre los periodos de lluvias y los de verano. Si no cuidamos la casa, pronto no la tendremos. Siempre la fábula de Pombo sobre el comportamiento de la cigarra y la hormiga está vigente, y podríamos decir que hoy, más que nunca.