Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
Es la enfermedad mas común de demencia, atrofiando tanto la memoria inmediata como otras capacidades mentales. Se manifiesta con dificultades para recordar nombres o acontecimientos.
Parece ser la forma más apropiada de describir lo que recientemente han declarado algunos miembros del movimiento revolucionario político militar que por mas de cincuenta años desarrollaron los más violentos actos de barbarie en Colombia.
Álvaro Gómez Hurtado fue una mente brillante. Considerado uno de las personas mas influyentes del siglo XX, como político, periodista, catedrático y humanista. Su preocupación analítica por el devenir del país marcó una deslumbrante trayectoria expresado en cientos de obras, ensayos y artículos de opinión.
Como Senador, fue de las primeras voces denunciando la existencia del grupo revolucionario llamándolos “Republicas Independientes” a semejanza de grupos de la guerra civil española. Fue critico con el lamentablemente desarrollo y fortalecimiento de grupos alzados en armas que por décadas intentaron desestabilizar los cimientos de la democracia nacional.
Estuvo secuestrado por el M-19 en 1988, dejando un legado de intercambio de cartas filosóficas con su captor Carlos Pizarro Leon gómez, máximo comandante de ese grupo guerrillero. En ellas se leen, no solamente su postura ideológica, sino la búsqueda de solución pacifica, la cual impulso y logró unos años después. Su magistral libro Soy Libre recoge, en parte, su pensamiento, expresado en el período de cautiverio. Los acuerdos de paz con el M-19, incorporaron sus integrantes a la actividad política nacional, siendo fundamentales en la redacción del articulado de la reforma de la Constitución de 1991.
Como periodista denunció las grabaciones que implicaron al candidato y posteriormente presidente, Ernesto Samper Pizano, con la infiltración de dineros del cartel de Cali en su campaña presidencial, escandalo que desencadeno el proceso 8000, confirmando la información periodística, con evidencias testimoniales y documentales.
El 2 de Noviembre de 1995, saliendo de dictar clase en la Universidad Sergio Arboleda, de la cual fue fundador, fue acribillado por sicarios. El execrable crimen fue declarado por la Fiscalía General, 22 años después, de lesa humanidad, tratándose de un posible crimen de estado.
La familia ha sido vigilante del lento proceder de la justicia, buscando autores intelectuales y materiales del vil asesinato, en aras de garantizar y honrar el buen nombre de Gómez Hurtado, su familia, simpatizantes y el pueblo colombiano.
Este mes de Octubre (2020), veinticinco años después, el proceso, nuevamente se transforma. Recibe la JEP, organismo de justicia transicional, reconocida por los Acuerdos de la Habana, del cuestionado proceso de paz con las FARC, un documento firmado por antiguos integrantes del movimiento guerrillero, adjudicándose el asesinato.
El proceder es irracional, ilógico e insensato, a menos que la estrategia jurídica sea cambiar la declaratoria de lesa humanidad, a crimen condonable por la justicia transicional, desviando y encubriendo los verdaderos autores intelectuales del terrible holocausto causado por la muerte de Gómez Hurtado.
Es absurdo, desde todo punto de vista, imaginar, que tan solo ahora y después de veinticinco años, las FARC se hayan acordado de haber cometido el inolvidable, y uno de los mas sonados crímenes, cometido a una de las personas mas influyentes del país.
¿O será que la demencia senil del Alzhemier también afecta la memoria de las FARC?