Nicolás Ramos G
Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP
La humanidad inconscientemente enfrenta, ya no al peligro de la guerra nuclear, que destruiría en meses la vida en la Tierra, sino al colapso ecológico originado por el calentamiento global, cuando día a día el homo sapiens, a lo largo y ancho del Planeta, incrementa la emisión de partículas y gases de efecto invernadero, que como el dióxido de carbono, afectan la atmósfera y hacen que el clima cambie a un ritmo alarmante.
Acabando los recursos renovables, agotando los no renovables e inundando ríos y mares con gigantescas cantidades de desechos, muchos tóxicos y otros prácticamente indestructibles como las miles de toneladas de plásticos, estamos desestabilizando la biosfera y olvidando sus límites agotamos lentamente la capacidad de sobrevivir y alimentar la creciente población que estiman será en el año 2.050 del orden de 9´700.000 millones. El calentamiento global, además de alterar la producción agrícola, incrementará la extensión de los desiertos, la desaparición de los casquetes polares y las cumbres nevadas, lo cual ocasiona que la Tierra absorba más calor y con ello aumenta el nivel de los océanos y los cambios que ya se aprecian en el comportamiento atmosférico como son huracanes y tifones más extremos e inundaciones por doquier.
En Santiago de Cali además de contribuir al cambio climático con todo lo anterior, agregamos el manejo irresponsable de basuras y desechos que colmatan canales y ríos y causan inundaciones en la ciudad. Las plantas de tratamiento del Río Cauca que surten de agua a la mayoría de la ciudad se paralizan por la turbidez originada aguas arriba.
Debemos recordar la frase y aplicarla para el manejo ambiental, día a día, no solo a la ciudad sino al mundo: la ciudad más limpia, no es la que más se barre, es la que menos se ensucia. Algo debemos hacer todos los humanos para prevenir esta catástrofe que será irreversible cuando el medio ambiente esté destruido.
El mundo debe actuar al unísono, pues para el clima global ni los países, ni las regiones, son autónomos. Es necesario cambiar mucho de lo que siempre hemos hecho y que los acuerdos sobre el clima no sean solo fotografías de los gobernantes para los medios de comunicación. El problema del clima es global y el actuar no da espera o nos pasará lo que a la cigarra en las fábulas de Esopo.