Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
El Consejo de Estado ratificó la inhabilidad de aspirar a la gobernación del candidato Gómez. Su equipo jurídico acudió a esta instancia buscando la inhabilidad conferida por el Consejo Nacional Electoral, entidad competente para emitir las sanciones, tanto en primera como en segunda instancia, para que dichos fallos fueran anulados.
Al comienzo de la contienda electoral había contemplado la posibilidad de aspirar a la alcaldía, pero en ese momento, la inhabilidad en razón de haber celebrado contratos con el estado, con posterioridad al periodo establecido de un año antes de elecciones, era evidente.
La responsabilidad de aspirar a la alcaldía
Por esta razón consideró que la inhabilidad no lo cobijaría en caso de aspirar a la Gobernación. Su equipo asesor aplaudió la iniciativa. Por la premura del tiempo en lograr el número significativo de firmas requeridas se lanzó como candidato independiente, recibiendo aval del partido Alianza Verde.
Es curioso que una persona vinculada al deporte no se hubiera dado cuenta que ello significaba tarjeta amarilla. Siguió jugando el partido a conciencia que en cualquier momento se le sacaría tarjeta roja y fuera expulsado.
Desde el momento de inscribir su candidatura, varios acuciosos profesionales de derecho iniciaron respectivas demandas buscando anular la inscripción, aduciendo, al igual que se había contemplado para su candidatura a la alcaldía, la misma causal de inhabilidad.
Al haberse emitido “Tarjeta roja” mediante la ratificación de la sanción por el Consejo de Estado, su actitud de rebeldía es tan infantil, como la del jugador expulsado de una final, atribuyendo “injusticia” al árbitro del partido.
Todos aspirante a elección popular debe conocer los limitantes impuestos, tanto constitucionales, como reglamentados por las autoridades competentes. El caso de Tulio Gómez no es el único. Al excandidato presidencial Rodolfo Hernández también le fallaron en todas las instancias, ratificando su inhabilidad.
El voto en blanco no debe ser usado, como lo propone “don Tulio”. Es un derecho electoral que permite la libre expresión del constituyente primario, como manifestación democrática independiente. Su descontento e inmadurez política lo impulsan a promoverlo. Se olvida el, y su equipo asesor, que dicha iniciativa revanchista, lo aleja definitiva del ámbito político y entierra su incursión en el ámbito político.
Desconocer la autoridad competente, es desconocer las “reglas de juego”. Reglas que igualmente se ponen a prueba y deben ser respetadas cada vez que su equipo sale a la cancha.
¿Qué sería del deporte si ante cada actuación sancionatoria se promoviera a la hinchada abandonar el recinto y no volver al estadio?
La irresponsabilidad de “Don Tulio” es aberrante. Deje que cada atleta se dedique a la práctica de su deporte favorito sea ciclismo, natación, atletismo, baloncesto, y por supuesto fútbol. Igualmente deje que aquellos que tienen vocación de servicio en lo público lo hagan.
“El que mucho abarca poco aprieta” dice el refrán popular. Definitivamente la política no es lo suyo.