Moises Banguera Pinillo
“La ley de compensación se puede definir como que es “aquella que rige la ayuda física y material para que le llegue a la fuente correspondiente. Se sustenta en el equilibrio, éste es un principio inmanente del universo, es inseparable de su propia esencia. Es la ley que permite que a cada quien le llegue justamente lo que le corresponde”.
El creer en la ley de la compensación, significa que nada se obtiene gratis y no debemos esperar privilegios ni regalos para salir adelante; es la que caracteriza las inteligencias normales”.
Cuando damos este paso, hemos privilegiado la realidad de la vida, los hechos más que lo filosófico, la objetividad más que lo romántico y es cuando podemos decir, que tenemos la mayoría de edad. basada en términos cualitativos.
Lo anterior significa que, podemos tomar el camino del bien y rechazar el sendero del mal sin consagrarnos a un dilema entre la existencia de Dios y la existencia del diablo, donde esperamos los resultados por acción lógica de nuestro actuar, no culpando al uno de nuestras victorias, sino celebrándolas con cautela, siendo conscientes que habrá un mañana, pero tampoco culpando al otro de nuestros fracasos, sino que actuamos de manera autocritica, no para destruirnos, sino para encontrar las causas y encaminar los planes de acción de mejora para conseguir el éxito o la satisfacción.
Tomar el camino del bien, es hacer las cosas con lógica, estética y ética; es cobijarnos en los valores esenciales del ser humano como familia y como sociedad, ser felices sin hacerle daño a nadie, no destruir el contrario y entender que todo en la vida tiene cambios, que hoy estamos arriba y mañana abajo, son decisiones correctas, para comprender que tienes ya, la mayoría de edad.
Lograr establecer ese primer peldaño de la ruta al éxito, es esencial para el triunfo, pero debes estar preparado, porque vendrán luego caminos llenos de espinas, dificultades y victorias tempranas, como pruebas para tantear tu resiliencia, tu capacidad de reacción y tu constancia con la búsqueda de la felicidad.
En el camino del mal encontraras el dinero, los politiqueros, los extremistas y así sucesivamente. Para conseguir ese dinero por el lado del bien, una de las rutas más segura es entregar tu vida al trabajo, para lo cual debes ser disciplinado, eficiente eficaz y sacrificar la familia a cambio de una vejez digna. Al final la empresa te abandona y con base a la ley de la compensación ahí estará tu familia y tus amigos esperándote. ¡Aleluya, aleluya, la familia es pilar de la sociedad y el punto mas alto de la felicidad!
Fortalecido el concepto de familia, están equivocados o no sé qué sociedad y que familia buscan los que se hacen llamar globalistas o progresistas, quieren imponer posturas contrarias a las decisiones naturales orientados por políticas anti familia que, buscan ampliar las masas de consumos formando nuevos bloques o neutralizando contra natura como la política de género, el alquiler de vientres y la neutralidad de sexo.
Tampoco podemos esconder que, durante toda nuestra existencia hemos pecado por no ser tolerantes, inclusivos, afectivos, asertivos con las minorías, quienes deben ser tratado igual que todos como seres humanos, de esa manera es pertinente marchitar toda expresión que descalifique a la persona por su raza, sexo, nacionalidad o cualquier condición que lo ponga en situaciones de inferioridad.
La familia y la sociedad fueron y son dos estadios necesarios para la convivencia, luego la civilización introduce un tercero, el estado, y con el estado en el tiempo nacen los políticos o politiqueros y con ellos aparece el desastre colectivo en las sociedades poco civilizadas o en vías de desarrollo.
El estado nació limpio como la familia y como la sociedad, pero el estado en varias partes del mundo corrompió a la sociedad y ese mismo estado quiere destruir la familia. Para que eso no suceda hay que proteger a toda costa el derecho a la libertad y eso significa: libertad de familia, libertad de empresa, libertad de movilización, libertad de elegir etc. (el hombre/mujer nace libre y no se debe dejar corromper por el estado).
El voto es una de las pocas herramientas que pone en igualdad de condiciones a los colombianos, ese embeleco de derecha y de izquierda es otro sofisma para obligarnos a apoyar a desgraciados por ideologías. Llegó la hora de votar bien y votar bien significa hacerlo con lógica, estética y ética. Tienen derecho a gobernarnos, quienes con hechos demuestran TENER MAYORIA DE EDAD, hacer el bien, gobernar bien, administrar bien el dinero, orientar bien el presente de la sociedad y planear el futuro próspero de las nuevas generaciones.