Editorial
Comienza una nueva etapa en la ciudad de Cali, Jorge Iván Ospina alcalde de la ciudad, y no se sabe la receta final de lo que va pasar con el municipio, Metrocali, Emcali, valorización, etc, pues todos los candidatos ignoraron la problemática de fondo y la solución de cada área en crisis.
Es un hecho que el municipio de Cali no tiene recursos para trasladarle al MIO, dejó que Metrocali entrara en ley 550 (salvamento empresarial), por no tener los recursos de pagar sus compromisos contractuales, ante una demanda del operador Git, donde está obligado a pagar $180,000 millones y que podía pactarlo en un escenario del mediano plazo. Pero prefirió no correr riesgos, ser obligado por la nación, ante la incapacidad de pago de ser intervenido a través de un promotor, quien deberá definir si hay acuerdo de acreedores o Metrocali pasa a la liquidación. Igualmente no fue capaz de solucionar las obras faltantes del programa de valorización, cifra que supera $1.2 billones, por lo que el municipio de Cali es inviable económica, financiera y fiscalmente. El nuevo alcalde deberá luchar para que el ministerio de hacienda no lo intervenga, con fórmulas creíbles, pues será acusado el municipio por la vía judicial.
Hay una realidad en el área de telecomunicaciones de Cali, que completó cinco años 2015-2016-2017-2018 y proyecta el 2019, con pérdida continua, cuya solución no aparece y el detrimento patrimonial crece. No hay otra alternativa que vender el 51%, a través de un atractivo plan de retiro voluntario. Sin embargo todos los candidatos mantuvieron la propuesta de que Emcali siga siendo pública totalmente y allí con las telecomunicaciones tendrá una gran dificultad, pues el primer balance se conocerá en agosto del 2020, sobre el comportamiento económico y financiero de las telecomunicaciones en su primer semestre.
El sistema de transporte masivo está acosado por la operación de los buses, que no llegan a todos los barrios y que no ha podido estar en los 400,000 usuarios diarios, dentro de una meta inicial de 920,000 pasajeros. La infraestructura ya es insuficiente y no se ha podido terminar la que se planificó en el año 2002, documento Conpes 3166, donde ni las terminales, ni estaciones, ni troncales, ni pre troncales en su totalidad han podido ser terminadas.
No hay otra manera que rápidamente hacer la estructuración técnica y económica del sistema, elevarla a acuerdo municipal como obliga la norma, antes de que la nación tome posesión de Metrocali ante las circunstancias de su inviabilidad técnica, económica y legal.
La ciudad de Cali empieza a caminar bajo la problemática de los servicios públicos, cuyos sindicatos son muy fuertes, de los usuarios del transporte, que no aceptarán la mala prestación del servicio y los constituyentes de la valorización que han sido engañados por las diferentes administraciones. Indudablemente que tiene la palabra el nuevo alcalde de Cali.