Luis Eduardo Echeverri Franky
Ingeniero Civil, miembro de una generación que ama el deporte
Ante el nuevo caso de abuso racial en EE.UU en el que la policía tirotea por la espalda a un afroamericano, la NBA ha estallado, de nuevo, por otro caso de brutalidad policial en Estados Unidos. Esta vez el suceso ha tenido lugar en Wisconsin, estado en el que Jacob Blake, ciudadano afroamericano de 29 años ha recibido siete tiros por parte de un policía cuando el primero estaba de espaldas dentro de su coche. Las reacciones no se han hecho esperar en todo el mundo. En el caso del deporte, la liga estadounidense ha sido de las primeras en mostrar su rechazo, más si cabe ahora que en Orlando están pidiendo justicia por otros casos como el de George Floyd.
Quizás la más contundente hasta ahora es la de Donovan Mitchell, la estrella de récord en unos Utah Jazz que están a un paso de las semifinales.
“A la mierda los partidos y los playoffs. Esto ya es enfermizo y es un problema real. Queremos justicia. Es una locura, no tengo palabras. Vaya mierda de hombre. Por eso no nos sentimos seguros.”
… Pero no ha sido el único en alzar de nuevo la voz. Ni será el último.
El entrenador de los Milwaukee Bucks, Mike Budenholzer, habló en la previa del duelo de su equipo ante los Magic, que se han acabado llevando por 106-121 para denunciar el caso: “Blake estará en la mente de jugadores, técnicos y directivos durante el partido de hoy. Tenemos un partido muy importante para nosotros pero lo sucedido es mucho más importante que cualquier partido o entrenamiento en Orlando”, dijo esta mañana.