Por Guillermo E. Ulloa Tenorio
Economista de la Universidad Jesuita College of the Holy Cross en Estados Unidos, diplomado en alta dirección empresarial INALDE y Universidad de la Sabana. Gerente General INVICALI, INDUSTRIA DE LICORES DEL VALLE, Secretario General de la Alcaldía. Ha ocupado posiciones de alta gerencia en el sector privado financiero y comercial.
A tres meses de elección de alcalde y cinco de finalizar el periodo, la administración del bien intencionado, pero inexperto gobierno Armitage, deja una veintena de obras inconclusas, lo cual no opaca reconocer su dedicación, espontaneidad y entrega.
A las obras inconclusas, debe sumársele, triste y lamentablemente para la ciudad, su falta de decisión en temas que requerían drástico y radicales cambios en planeación, movilidad y servicios públicos.
El mas álgido tema indudablemente es la movilidad urbana.
No enfrentó con decisión y planificación soluciones viales que anteriores administraciones habían contemplado. Quedó en polvorientos anaqueles el proyecto de avanzar el proyecto de una autopista urbana con peaje, paralelamente al corredor de la vía férrea. Igual suerte corrió la culminación de algunos pasos a desnivel sobre la Autopista Sur Oriental, especialmente el de la Carrera 66, sumados al rediseño y modernización de este importante corredor vial, cuyos diseños fueron concebidos hace cincuenta años, para la población y parque automotor de esa época. Dos importantes obras, contempladas y pagadas en el paquete de las 21 megaobras, la continuación de la Avenida de los Cerros entre Carrera 80 y 122, y la vía a Pance, esta ultima con avances imperceptibles en el cuatrienio, contrastando con los incrementos del valor inicial del contrato. No avanzó el proyecto de implementar una moderna semaforización inteligente, tecnológicamente avanzada y disponible.
Faltó culminar el proceso, con el gobierno nacional, de apropiar recursos para la troncal de oriente, espina vertebral del sistema de transporte masivo, de la demanda de pasajeros en sentido oriente-occidente. No avanzaron estudios de complementar el SITM mediante esquemas alimentadores de cables aéreos conectando la ladera con la infraestructura del sistema. Quedó a merced de tribunales la terminal del MIO en el Sur. No se avanzó en la solución del empate entre la Av. de Las Américas y la troncal que conduce a la terminal de Menga. Se acrecentó el deterioro de las estaciones de todo el sistema, por falta de mantenimiento, eterna discusión de quien debe asumir la responsabilidad, si el operador o el municipio. No se mejoraron las rutas alimentadoras del sistema, fortaleciendo el transporte informal vehicular y de motocicletas. La disminución de pasajeros transportados en el MIO aleja cada vez mas su punto de equilibrio incrementando el valor el municipio debe asumir como subsidio al operador privado.
Los avances de consolidar el céntrico proyecto de renovación urbana de Ciudad Paraíso están lejos de volverse realidad. Aun se desconoce sí es mejor destinar la céntrica zona adquirida en gran parque central y no continuar el fracasado modelo del estado como intermediario inmobiliario, figura que se presta para una descarriada corrupción, como sucedió con propiedades del municipio, caso palpable de los antiguos talleres de mantenimiento y algunas compensaciones de zonas verdes.
Poco se avanzó en la implementación del centenar de estudios previstos en el POT 2014, desdibujando la verdadera función del Departamento de Planeación y proyectar la ciudad a los retos que el crecimiento población demandará en las próximos décadas.
EMCALI no concluyó en la solución de sus problemas estructurales. No avanzó en tomar decisión en el componente de telecomunicaciones, perdiendo la no despreciable suma que supera los $ 350 mil millones en el periodo del alcalde. Tampoco se corrigieron sustancialmente las perdidas de acueducto, que superan el 50% de la producción de agua potable, propias de la obsoleta red de conducción y conexiones fraudulentas, ni concluyó el estudio de nuevas fuentes hídricas. El deplorable estado de abandono de la PTAR, con avances escalonados inconclusos en su recuperación. Poco se avanzó en proyectos de envergadura de generación eléctrica que permitan alimentar su extensa cobertura de suscriptores.
Los programas de seguridad y educación exitosamente implementados merecen un aplauso de continuidad y fortalecimiento.
El Alcalde deberá rodearse de un experimentado equipo de trabajo comprometido en administrar eficiente y eficazmente la necesidades poblacionales de la ciudad.