Redacción

Ha quedado el ex fiscal Eduardo Montealegre en el ojo del huracán, cuando su asesor hizo fiesta con la gestión al interior de su dependencia y de la Corte suprema de Justicia como se ha informado. Indudablemente que si eso se enlaza con el ex presidente de la Corte Suprema de Justicia Leónidas Bustos, habría mucha tela que cortar, alrededor de las incriminaciones que permiten inferir sobre los delitos entre justicia, congreso y gobierno.

Debe presentar Montealegre, anterior fiscal, omnipotente por 8 años, información rápida al país, para saber qué vinculaciones directas o indirectas tuvo su asesor Moreno en su despacho

Debe presentar Montealegre, anterior fiscal, omnipotente por 8 años, información rápida al país, para saber qué vinculaciones directas o indirectas tuvo su asesor Moreno en su despacho, los temas que agenció o lideró y ante todo saber por qué lo nombró. Parece que él llegó allí por obra y gracia el espíritu Santo, nadie ahora quiere asumir quien lo recomendó o porque se le nombró.

Las denuncias de funcionarios y congresistas  que han reconocido sus delitos, otros que están delatando y las grabaciones permiten establecer que hubo un concierto para delinquir al interior de la Corte suprema de justicia con enlaces directos en la Fiscalía General de la nación y por supuesto en los tribunales y en los juzgados. Afortunadamente el fiscal Néstor Humberto Martínez ha tomado decisiones oportunas, ha tratado depurar al máximo su entidad y eso lo salva personalmente , del entierro mediático que está sufriendo la justicia colombiana.

Ahora se entiende como el ex fiscal Montealegre y el ex presidente de la Corte Leónidas Bustos fueron los líderes para que la reforma a la justicia si hundiera, con el hundimiento de la Comisión de aforados. Valdría la pena que el ex ministro de Justicia Juan Carlos Esguerra, hablara de la manera como se sintió presionado por estos dos ex altos funcionarios, que acabaron de hundir la justicia colombiana y eso fue hace dos años y medio. Había indudablemente una decisión inequívoca de mantener un régimen especial para los funcionarios judiciales aforados y eso tenía su fondo criminal.

El país debe intervenir rápidamente sobre la Comisión de acusaciones de la Cámara de Representantes, que nunca han podido mostrar un resultado positivo y ahora  en plena campaña política será difícil. Los estudiantes deben hacerle vigilia y rodear físicamente a esta Comisión a fin de hacerlo cumplir un cronograma de los procesos judiciales, tendiente a que rápidamente se defina hacia la plenaria de la Cámara de Representantes, lo que va pasar con los ex magistrados de la Corte y de la Judicatura Bustos, Ricaute , Tarquino y los otros incriminados.

No hay otra alternativa que todo sea resuelto por una Asamblea Nacional constituyente y el Presidente de la República le queda pocos días de maniobrabilidad para que la convoque.

La gravedad institucional aumenta, ante un  presidente Santos silencioso, no hay derecho que los dineros con los que se pagaron a los altos magistrados provienen de la mermelada que entrega el gobierno, lo que hace enterrar las tres ramas del poder público: de la política ya se sabía, representada esta por el Congreso la República, del gobierno igualmente con la compra de conciencias para sacar leyes de la república (Congreso), pero con la justicia, ahora sí quedó probado de lo mal que se encuentra el país. No hay otra alternativa que todo sea resuelto por una Asamblea Nacional constituyente y el Presidente de la República le queda pocos días de maniobrabilidad para que la convoque.