Junto con el lanzamiento de Android Q, la actualización del sistema operativo móvil más usado en el planeta, Google también anunció la llegada de Project Mainline, una nueva arquitectura de programación que cambiará el enfoque de las actualizaciones de su celular.
La novedad con esta apuesta es que el sistema estará dividido en 12 módulos distribuidos en los diferentes componentes del teléfono (multimedia, memoria, conectividad, etc), que podrán ser actualizados por separado y corregir automáticamente cualquier error en el sistema.
“Seguridad y consistencia”, fueron las palabras que utilizó Dave Burke, vicepresidente de ingeniería de Android, para describir el producto en un comunicado el pasado 7 de mayo.
Con este cambio, que hace parte del proyecto de código abierto de Android (AOSP), la compañía pretende mejorar la seguridad de sus usuarios al reducir los lapsos entre cada actualización. Los 12 módulos permitirán enviar notificaciones al usuario para corregir fallas de seguridad y privacidad en tiempos más constantes.
En otras palabras, este proceso, que antes requería la mediación del fabricante del dispositivo para actualizar completamente el sistema operativo, se podrá llevar a cabo mediante módulos que actualicen componentes internos específicos, y que su vez serán ejecutados a través de Google Play.
La casa desarrolladora de Android aseguró que los fabricantes también se verán beneficiados al reducir los costos que implica una actualización completa del sistema.
Además, es previsible que el número de módulos aumente si las primeras pruebas, que estarán disponibles para la versión beta de Android Q, son exitosas.