Ciro Solano Hurtado
Presidente Comité Olímpico Colombiano
ACTO DE ENTREGA DEL PABELLON NACIONAL A LA DELEGACION DE COLOMBIA A LOS JUEGOS SURAMERICANOS DE ASUNCION – PARAGUAY
“Qué gran ocasión es ésta, señor Presidente, la que brindan los Juegos Suramericanos, para dar comienzo a 4 años de estrechas relaciones, entre los deportistas colombianos, que tantas glorias nos han brindado, y un gobierno abierto y francamente comprometido con la construcción de su futuro, dentro de una nueva sociedad, más equitativa y más justa.
Qué oportuno que este primer encuentro entre el deporte asociado colombiano y el nuevo gobierno que usted lidera sea, precisamente, con ocasión de la fiesta deportiva y cultural de los países hermanos de Suramérica.
En Asunción, Paraguay, Señor Presidente, los atletas de Colombia no solamente competirán “contra” sus hermanos de los otros países suramericanos, sino que lo harán “con” ellos, de su mano y a su lado, mientras estrechan las relaciones de amistad, solidaridad y compañerismo, que usted ha pregonado desde su posesión.
El deporte, señor Presidente, no es sólo una contienda que deja sobre el terreno vencedores y vencidos, orgullosos unos, y entristecidos, otros.
El deporte no es sólo la prueba indiscutible de quién es el mejor, el más diestro, el más hábil, el más fuerte, el más rápido.
El deporte, tal como nos lo enseñó el barón Pierre de Coubertin, padre del olimpismo, es una fuerza al servicio del desarrollo del ser humano y de las sociedades modernas, es una herramienta educativa, que enseña valores y principios, que son los únicos que garantizan la victoria total, aquella que disfrutan vencedores y vencidos, porque sólo construye tejido social y solidaridad.
Con razón, Nelson Mandela, gran líder mundial, abanderado de la equidad y de la paz en el mundo decía: “El deporte tiene el poder de inspirar. Tiene el poder de unir a la gente como pocas cosas lo tienen. El deporte puede crear esperanza, donde alguna vez hubo desesperanza”. Y Mandela logró con el rugby unificar a Suráfrica y acabar con el apartheid, una de las más infames prácticas racistas que ha existido en la humanidad.
El deporte, señor Presidente, es solidario con sus anhelos de paz total, porque sirve para tender puentes de diálogo y entendimiento entre comunidades en conflicto.
Un deportista tiene la madurez, la serenidad y la inteligencia, para elegir las vías más apropiadas para expresar sus necesidades, sin acudir a métodos violentos y sí al diálogo enriquecedor, que conduce a las mejores soluciones.
Atletas de altos logros, como los que hoy lo visitan, señor Presidente, con el orgullo de defender con respeto e hidalguía a nuestro país en la contienda más importante de Suramérica, tienen la capacidad de entender el verdadero significado de sus triunfos, representado en el deseo de vivir en paz, como una condición para alcanzar su propio desarrollo.
Queremos, señor Presidente, seguir aportándole a Colombia los beneficios que el deporte brinda para el desarrollo y la paz, como una herramienta social, educativa y cultural, dentro de los valores y principios que abogan por la igualdad de oportunidades, que es tal vez el punto de quiebre de países en desarrollo.
Y en busca de ayudar a alcanzar esas oportunidades, hemos trabajado desde el Ministerio del Deporte, el Comité Olímpico Colombiano y sus federaciones deportivas nacionales, para que los grandes talentos, que abundan, especialmente en nuestras regiones, no claudiquen en el intento de lograr sus metas personales y deportivas, que ruedan por un mismo carril, y conducen a celebrar en conjunto, la única meta que vale la pena coronar: la de forjar mujeres y hombres nuevos, para una sociedad nueva.
Queridos atletas, son ustedes embajadores de nuestra nación, quienes dejan en alto los colores patrios y esperamos que en esta ocasión sea igual, que en Paraguay lo entreguen todo por nuestro país.
Muchas gracias, Señor Presidente, por su presencia y apoyo. Puede estar seguro de que estos valientes atletas serán aliados, desde su sencillo y noble papel, de la lucha que adelanta el actual gobierno, por la justicia y la equidad social”.