Cali necesita su seguridad integral

Por Editorial |
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Editorial

El problema de los robos, atracos, incultura ciudadana en el uso de las vías y el espacio público, pobreza y miseria, exigen asumir un acuerdo de ciudad sobre la seguridad urbana, en el entendido en la crisis que vive la ciudad derivada de la corrupción de Empresas Municipales de Cali y la ausencia de gobernabilidad del alcalde Jorge Iván Ospina. En consecuencia este acuerdo debe desarrollarse liderado por los gremios, las universidades, el sector empresarial, los sectores que hacen desarrollo social en la ciudad y todo lo que huela a aportes cívicos ciudadanos.

El problema urgente tiene que ver con la seguridad urbana y el importante con la reconstrucción del tejido social de la ciudad.

La administración municipal debe recuperar los territorios, hoy en manos de fuerzas delincuenciales, y también el espacio físico, público y privado en manos de particulares, violando en unos casos la constitución de la ley y en otros casos el Plan de Ordenamiento Territorial y dichas normativas.

Asumir el control territorial de Cali significa que haya el ejercicio y el imperio de la ley y las fuerzas de seguridad del estado, que incluyan allanamientos, capturas, a través de  la inteligencia militar, el control policial y por supuesto la misma Fiscalía. El volumen de homicidios de ser la ciudad más violenta de Colombia, el número de robos de motocicletas y automotores, hurtos a residencias, a los usuarios de las entidades financieras, extorsión, micro tráfico, bandas criminales, sicariatos, otros llegan hasta el secuestro, atraco en motocicletas y a nivel personal de celulares, producción de dólares falsos, hurto al comercio, etc. uso de armas de fuego ilegales, el uso de sustancias psicoactivas, etc. Todo esto está desbordado en la ciudad de Cali y requiere un control obsesivo del Distrito de Cali en el entendido que ejerce constitucionalmente como autoridad policiva de la ciudad el señor Alcalde.

Es importante que los organismos de seguridad del estado puedan trabajar en la investigación con resultados sobre las finanzas de los grandes delincuentes, de las mismas pandillas y criminales con delitos de gran impacto. Al mismo tiempo las entidades del distrito de Cali como, movilidad, planeación, Dagma, Metrocali,  infraestructura, deben ejercer sus funciones de control urbano y rural en coordinación permanente con la policía y la fiscalía, haciendo prevalecer los derechos del distrito, los individuales y los colectivos.

El distrito de Cali debe atender a un buen número de las 15 mil fundaciones sociales que hacen un trabajo en la ciudad por mejorar los niveles de Salud, educación, pobreza y miseria de tal manera que se integre a esas entidades sin ánimo de lucro para que haya una mayor cobertura y mayor coordinación, de tal manera que se pueda decir que el tejido social de Cali, se reconstruye a partir de ese trabajo muy importante que hacen un buen número de fundaciones, 7 mil de ellas dedicadas a la beneficencia.

Se requiere un trabajo muy especial para la educación, de Santiago de Cali, en lo que tiene que ver con el mejoramiento de la calidad educativa de la ciudad, y que los jóvenes tengan ascenso social y oportunidades. Pero al mismo tiempo pensar que el mundo es uno solo y que en el desarrollo de la globalización deba haber mayor integración con los países para que estos jóvenes puedan mejorar su educación y su nivel competitivo.

Las redes deportivas comunitarias de los barrios de Cali también deben ser activadas por la administración municipal de una manera mucho más activa.

Debe Cali con la educación lograr la mayor movilidad social, de tal manera que haya esperanza, optimismo y prosperidad.

Gremios, universidades, candidatos a la alcaldía y al concejo, Cali necesita su seguridad integral es indispensable un Acuerdo de ciudad.

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