La inteligencia de Eléider contra la fuerza de Kovalev

Por Redaccion |
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De antemano, ya es histórica para él y para el boxeo colombiano, pues extenderá lo conseguido el pasado 4 de agosto, cuando se consagró: será el primer criollo de más peso (175 libras) en exponer un título y el de mayor edad (34 años).

Y, además, obtendrá la bolsa más alta para un colombiano en pelea titular: un millón de dólares, según información que se desprende de Frisco (EE. UU.), la sede de la pelea de hoy. La marca era de Rafael Pineda, que obtuvo medio millón de dólares el 18 de julio de 1992, cuando cedió el fajín wélter junior de la FIB ante el estadounidense Pernell Whitaker, en Atlantic City (se dice que Édinson ‘Niche’ Miranda, el rival más duro que ha tenido Eléider en el profesionalismo, según nos confesó alguna vez, ganó 800.000 y 700.000 dólares por peleas no titulares que pasó HBO).

En lo deportivo, es la revancha del campeón de más peso en la actualidad de Latinoamérica contra el ruso Sergey Kovalev.

¿Cómo será?

Es difícil decirlo con certeza, pero por los antecedentes, por el recorrido de cada uno, se puede arriesgar a predecir el desarrollo o ritmo de la pelea.

A esta altura de su carrera, Kovalev no saldrá a inventar. Lo de él es la fuerza, la rudeza de su boxeo. Y, por ende, lo respetable de su pegada.

Un boxeador como él sale a ‘matar’. Y él se ganó su fama de uno de los mejores boxeadores del mundo, libra por libra, por esa condición. Entonces lo suyo será salir frontal, en busca de su ‘presa’, en este caso, del campeón nacido en Colombia.

Eléider es más inteligente, más boxeador, sin tener la pegada de su rival, al que noqueó en siete episodios en la primera cita entre ellos.

Y esa inteligencia, como siempre ocurre en el boxeo, debe imponerse. Casi siempre ocurre cuando el oponente le apuesta todo a la fuerza.

Pero nadie, y Eléider lo sabe muy bien, debe confiarse.

La pelea de Eléider es la de golpear con jab, combinar con rectos o ganchos, y moverse. Siempre tratando de evitar el choque con el ruso, que seguramente desde el campanazo inicial lo buscará para proponer el intercambio de golpes.

Caer en ese campo es exponerse. Ya Eléider lo hizo en el cuarto asalto de la pelea pasada con Kovalev, y no le fue bien. Aquella vez permitió que el ruso se montara en la pelea y en las tarjetas, hasta que aparecieron esas prodigiosas combinaciones del séptimo que lo metieron en la historia.

Hay un aspecto que va más allá de lo deportivo, pero que incide en este: el mental. 
Kovalev no está tan fuerte en este sentido. Primero, porque no le entrega los méritos al campeón y quiere hacer creer que todo fue un accidente. 

Segundo, culpar a otros de los errores es no admitirlos: cambió a su entrenador ruso y contrató a James ‘Buddy’ McGirt, un estadounidense excampeón mundial que venció al barranquillero José ‘Leonard’ Bermúdez y que desde la esquina dirigió a colombianos como JC Candelo y Joel Julio.

Eléider, favorito 1,5 sobre 1 en casas de apuestas, debe apuntar a ganar por decisión, con su frialdad, y si sale el nocaut, bienvenido. 

Tiene argumentos para ganar y seguir haciendo historia para él y para Colombia.

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