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Editorial
El líder soviético que facilitó el camino al fin de la guerra fría, Mijaíl Gorbachov, murió a la edad de 91 años y en Moscú. Sin él no hubiese sido posible la caída del muro de Berlín, de la cortina de hierro que dividió a Alemania, Europa y al mundo desde el año 1945. Gorbachov introdujo políticas que alentaron la apertura y también la reforma dentro del bloque comunista, forjando lazos con occidente, algo que para muchos en territorios soviéticos fue visto como una alta traición.
El contexto histórico para analizar el aporte al mundo de Mijaíl Sergueievich Gorbachov, primer y último presidente la Unión Soviética y secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética entre 1985 hasta 1991, no se puede analizar sin entender que:
- Fue el primer líder soviético que no vivió tras la revolución de 1917, nació en 1931, tenía 54 años cuando llegó al poder en el PSUS.
- La fuerte crisis económica de los sistemas socialistas, una creciente desventaja tecnológica respecto del mundo occidental y una tensión geopolítica de altísimo nivel.
- Unos líderes mundiales enfrentados en sistemas, por un lado Reagan, Thatcher y el papa Juan Pablo II, que iban para adelante, y que no buscaban distinción alguna.
- Un origen eslavo tanto de Gorbachov como de Juan Pablo II
(Eslavo, antiguo por pueblo que proviene del noroeste de Europa y se sentó en lo que hoy es Rusia, Polonia, Bielorrusia, Ucrania, República Checa, Eslovaquia, Eslovenia, Bosnia, Croacia y Serbia; que hablan lenguas del mismo origen)
Su primer discurso como líder de la Unión Soviética
“El derecho a vivir en paz y libertad es el derecho básico más importante de cada individuo”. Gorbachov quería cambiar la Unión Soviética, acercarla al pueblo, promovió la glasnost, la apertura y la perestroika y las reformas, dos palabras que se asociarán para siempre en su figura. quedó claro el contraste con sus predecesores.
Su nueva perspectiva fue muy popular, su política también alcanzó al ejército a pesar de la resistencia de los generales soviéticos. “Estoy convencido de que tenemos que reformar nuestro ejército, tenemos demasiadas armas, hemos de buscar el diálogo con otras superpotencias y reducir nuestros arsenales hasta un punto razonable.” Y efectivamente Gorbachov y el Presidente estadounidense Reagan, firmaron el primero de muchos tratados de desarme en 1987, fue el principio del fin de la guerra fría.
En octubre de 1989 cuando visitó Berlín oriental, con motivo de las celebraciones del 40 aniversario, de la RDA, Gorbachov instó a Erich Honecker a poner en marcha reformas, advirtió al líder de Alemania oriental diciendo “la vida castiga a los que llegan demasiado tarde”. Un mes después cayó el muro de Berlín y con él el telón de acero que había dividido a Europa durante décadas.
Las políticas reformistas de Gorbachov, ayudaron a una revolución pacífica en toda Europa del Este. En 1990 recibió el Premio Nobel de la Paz, por su papel a la instauración de un nuevo orden mundial pacífico, el reconocimiento internacional no dejaba de crecer, pero en su país estaba cada vez más presionado, la situación económica era desesperada, la Unión Soviética estaba a punto de desmoronarse, los comunistas de línea dura dieron un golpe de estado en agosto de 1991. A finales de ese año Mijaíl Gorbachov, anunció su dimisión y la Unión Soviética se disolvió. Muchos rusos le consideraron responsable de su desaparición
Gorbachov se comprometió en que la Unión Soviética era una superpotencia con diálogo internacional y retos globales, con sistema de comparación propio y compartido de valores con Europa. La evidencia fue que ayudó a reunificar Alemania y en la conferencia de París definió un nuevo marco de cooperación en materia seguridad. Todo esto le originó el premio Nobel de La Paz en 1990. Las dificultades internas estaban concentradas en la inestabilidad económica y la deslealtad de las élites políticas, lo que originó el golpe de estado en 1991 y la disolución de la Unión Soviética.
La visión política de cambio
Gorbachov construyó una política de apertura del régimen soviético, buscando democratizar el sistema político de la URSS, que impulso y firmó acuerdos de desarme nuclear para bajar los costos de inversión en la guerra, se retiró de Afganistán con sus tropas, impulsó reformas económicas y respetó la soberanía de los miembros del pacto de Varsovia cuando estos fueron derribando sus regímenes comunistas (URSS y Polonia, Checoslovaquia, Rumanía, Albania, Bulgaria, Hungría y la zona soviética de Alemania. En enero de 1991 Checoslovaquia, Hungría y Polonia anunciaron que se retiraban del acuerdo militar o pacto de Varsovia y en febrero lo hizo Bulgaria y de esa manera el pacto de Varsovia dejó de existir.
A Gorbachov hay que decirle gracias en el mundo, porque evitó una guerra mundial y permitió un nuevo modelo económico para Rusia, que impulsó en gran parte del mundo del Este.
Aparentemente fracasó frente a muchos rusos y por ello en su mismo libro reconoció en el título " No hay reformadores felices”, pero frente al mundo es de admirar en Occidente, porque lideró un nuevo orden mundial y seguramente evitó la III guerra mundial, de la cual ahora Putin hace camino al invadir a Ucrania.
