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Nicolás Ramos G
Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP
Los actuales planes de gobierno de cada cuatro años, a nivel nacional, departamental y municipal, son garantía de que nunca abandonaremos el subdesarrollo. Esos planes, verdaderos monumentos a la improvisación al programar obras sin estudios, algunas se inician sin ellos, han contribuido a que múltiples proyectos estén inconclusos por todo el país o nunca se construyan.
A ello se agrega algo funesto para el desarrollo y es la improvisación en la dirección de las mal llamadas Oficinas de Planeación. Las grandes obras de desarrollo como una hidroeléctrica, un acueducto, una vía, toman en su estudio y planeación mínimo los cuatro años del plan de desarrollo y una, dos o tres veces el mismo tiempo para su construcción. A esa improvisación se agrega el desperdicio de los escasos recursos del país, que con un PIB per cápita de US$ 5.400, indica la necesidad de invertir bien cada peso.
Un ejemplo protuberante del desgobierno de todas las administraciones es el Ferrocarril de Buenaventura, a Armenia y la Pintada. Se cambiaron las traviesas de madera por las de concreto y se soldaron las juntas de los rieles para mejorar el rodamiento, pero a los trenes los asaltaban al llegar a Buenaventura y el Gobierno fue negligente en protegerlos, motivo por el cual los operadores lo devolvieron al Estado y hoy se roban los rieles y los herrajes Se sabe que el transporte férreo es más económico que por carretera y lo triste es que en los países ricos operan los trenes, con velocidades de más de 400 Km./hora y nosotros seguimos con los costosos y contaminantes camiones.
Mientras no se establezcan verdaderas oficinas de planeación, independientes del gobierno de turno y una Junta Directiva integrada por representantes de asociaciones cívicas, industriales, profesionales, comerciales, que nombren un director con conocimiento de planeación y personal calificado en las diversas áreas de estudio para que adelanten los proyectos en forma integral y de acuerdo con las necesidades de regiones y ciudades, continuaremos improvisando obras que frustran a la ciudadanía. Y por supuesto planes de desarrollo con visión a 50 años , mediano plazo 25 años y 10 años. En Cali el sistema masivo de transporte masivo MIO lleva 21 años y faltan más de 19 años para terminarlo, porque están pidiendo plata al concejo de la sobretasa a la gasolina hasta el año 20142.
Los proyectos viales deben estar basados en estudios de origen y destino con estimativos del crecimiento poblacional de la zona analizada. Un semáforo o un puente en un cruce congestionado no resuelve el problema, lo corre unas cuadras. Ejemplos tenemos por doquier en Santiago de Cali y cada día son mayores los trancones.
Pero hay algo peor, seguimos olvidando el ferrocarril, base del transporte en los países ricos. Un vehículo transporta en promedio 1.2 pasajeros y ocupa unos 25 mts2 de vía cuando un tren puede transportar 2.000/3.000 o más pasajeros a 400 Km/hora.
Planificamos seria y técnicamente o seguiremos en el subdesarrollo hasta el infinito.
