El negocio de la guerra o la paz

Por Carlos Cuervo |
561
*Carlos Armando Cuervo Jiménez
 

Debe ser un negocio de muchos quilates mantener la guerra sobre la paz.

Porque es difícil comprender como entre el 2017 y el 2018 cuando nuestro país comenzaba a ser interesante para el turismo mundial, un cambio de estrategias frente a la guerra y la paz revertió el empuje, repercutiendo hasta lo que es hoy. Fuimos descritos como la nueva joya por descubrir de Suramérica, ahora de nuevo somos un país de visitar con mucha precaución.

Y las estadísticas del 2016 y 2017 en cuanto a crecimiento del número de visitantes extranjeros así lo advertían.

Extrañamente en el 2018 empezó a declinar como presagio de lo que venía, ya en junio de ese año y aún con Santos como jefe de estado, las cifras retrocedían. Teníamos un acuerdo de paz pero ya habían diferencias entre los firmantes que presagiaban momentos de mucha tensión.

La llegada de Duque, y el nombramiento de negacionistas del conflicto enrarecieron mayormente el ambiente y ahora 4 años más tarde hemos retrocedido tanto que de nuevo hay zonas amplias del país vedadas, aún para los militares.

El negocio de la guerra o la paz
...

El ataque de un grupo armado desconocido a la misión de la ONU y la respuesta de los militares solo dejan un mal sabor y nos regresan a esas épocas de la administración Pastrana en donde no podíamos salir al campo, so pena de terminar secuestrados o muertos.

Se ha ido perdiendo el control territorial lo cual es inaudito bajo cualquier tipo de gobierno, pero con mayor notabilidad por estar en el poder un gobierno orientado por miembros de un partido de derecha.

Hechos que requieren de una profunda reflexión y no de la respuesta superficial en la cual culpan a Santos y a su proceso de paz, porque Duque hizo lo opuesto con los resultados que ahora afrontamos. Tanto que la corte constitucional ha declarado en tono fuerte y vehemente que el estado está incumpliendo los acuerdos de paz firmados.

¿Qué negocio fue el que hicimos?

Por no tragarnos un sapo ahora nos vamos ahogar del todo, esa es la sensación que vivimos ante tanta violencia desbordada.

Pero como nosotros en Colombia no somos los únicos enredados en asuntos de paz y de guerra, en el escenario mundial se alimenta un guerrita a escala entre Rusia y Ucrania. Los otrora hermanos, en escasos 20 años se han transformado en enemigos.

Rusia como estado nació en Kiev, Ucrania con el nombre de Rusia de Kiev en el siglo 9 de nuestra era.

Después de compartir un pasado juntos con rupturas y alianzas, la desintegración de la URSS los llevó a ser estados totalmente independientes, pero con compromisos mal negociados como el control territorial de la gran base marítima en Sebastopol, península de Crimea, creada por Catalina la Grande el siglo 18.

El negocio de la guerra o la paz

Este error de los políticos Rusos y Ucranianos dejó cimentado las bases del actual conflicto que estremece a Europa y al mundo. Lo menos deseable es una confrontación a escala entre estos estados y que puede arrastrar a Europa a una nueva guerra.
¿Cuál será mejor negocio en este caso la guerra o la paz?

Difícil la tiene Putin y Zelensky para desarmar con serenidad este polvorín. En todo caso la guerra puede dejar inicialmente a Europa sin el suministro de gas en pleno invierno del 2022 y eso sin contar que se alargue y se extienda territorialmente a sus vecinos.

A los humamos nos encantan los conflictos porque de otra manera como explicar el retroceso colombiano y la actual disputa entre rusos y ucranianos.  
    
En ambos casos esperemos que se desarmen los corazones y la tranquilidad regrese sobre todo en Colombia, justo ahora que de seguro se vienen cambios en la conducción del estado y por ende del proceso de paz. 

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial