Pékerman tiene la decisión de seguir o no en Colombia

Por Redaccion |
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La Selección acaba de ser eliminada del Mundial. Hay gritos histéricos que piden la cabeza del entrenador porque, aseguran, es malo, palabrero y no trabaja. Hay alaridos de indignados que reclaman el exilio inmediato de algunos de los mejores futbolistas del equipo. Enardecida y adolorida, la horda exige, además, ‘renovación’ de todo y de todos y pide investigar la alineación porque estuvo este y no aquel. La creen sospechosa y la juran maloliente.

Pero, cuidado. Una precisión obligada y oportuna: ese texto no es de cuando Colombia ha dejado Rusia en octavos de final, se quedó sin Mundial y está por aterrizar en Bogotá. 

Esas líneas se escribieron hace 20 años –repito, ¡20 años!- cuando la Selección fue eliminada en la primera ronda de Francia-1998 y también por Inglaterra. Capricho del destino.

El técnico era Hernán Darío ‘Bolillo’ Gómez, crucificado por sus modos, órdenes y estrategias inofensivas, los acusados de deshonrar el uniforme de la patria fueron, entre otros, ‘Tino’ Asprilla y ‘Pibe’ Valderrama y, en un reflejo más en el espejo del tiempo, el indiscutido Iván Ramiro Córdoba que no jugó y el titular fue el sorpresivo Éver Palacios, al que le decían ‘Chaca’, que lo reemplazó porque dizque se ampliaban sus posibilidades de negocio en el mercado de transferencias.

 

El país del fútbol tampoco cambia. Quizá lo único distinto a aquella época es que, ahora, con el altavoz de las redes sociales, los gritos y la histeria se amplifican y no se quedan solamente en las bocas de un puñado de críticos de la prensa.

Desde aquella vez en Francia, Colombia desapareció del mapa de los Mundiales por sus eliminaciones para Corea y Japón-2002, Alemania-2006 y Sudáfrica-2010. Con 16 años de distancia, José Pékerman y su cuerpo técnico argentino volvieron a poner al país en el planeta fútbol con dos clasificaciones mundialistas consecutivas, en un maravilloso y aún sin igual paso a cuartos de final en Brasil-2014 y, hoy con un serio y luchador equipo que ganó su grupo y llegó a segunda ronda y fue eliminado en un desempate por penaltis.

El éxito no se discute

¿Este es el fin de la era de Pékerman y su cuerpo técnico en Colombia? El contrato entre ellos y la Federación Colombiano de Fútbol termina el próximo agosto, cuando simultáneamente habrá ajustes en el comité ejecutivo de la rectora. Sin embargo, Ramón Jesurún, su presidente, y Álvaro González, su poderoso segundo vicepresidente, continuarán en sus asientos.

Como la eliminación está muy fresca, la prudencia es extrema. En Kazán, por ejemplo, a donde regresó la Selección para empacar las maletas de vuelta, y en Moscú, de donde salió en avión a eso de las 3:30 de la madrugada de este miércoles, prefirieron obviar el tema y dejaron que las aguas del enojo y la bronca, como se dice en argentino, se calmaran.

El disgusto está en todos y cada uno en el equipo. Del DT para abajo, pasando por el capitán Falcao, aseguran que Colombia fue eliminada, más que por Inglaterra, por el árbitro estadounidense Mark Geiger y sus decisiones consideradas persecutorias y, quizás, hasta malintencionadas.

José Pékerman 

Con la cabeza aún caliente y el corazón adolorido, el silencio sobre si el cuerpo técnico seguirá es una opción sensata. Ventilar el asunto públicamente apenas a horas de la derrota, se consideró improcedente.

Contratado para clasificar

Varios periodistas y medios dan por seguro, eso sí, según quien lo afirme, que el nuevo técnico ya es Ricardo Gareca, que trajo a Perú al Mundial de Rusia; o que ya está casi firmado Juan Carlos Osorio, el colombiano que dirige a México, o que está avanzado el contacto con Alejandro Sabella, subcampeón Mundial con Argentina en el 2014. Tres nombres para un solo puesto que está ocupado.

Sin embargo, según supo este diario en Moscú, no hay planes ni hojas de vida sobre la mesa del comité ejecutivo en la actualidad, y que la primera carta, la básica y fundamental que se tiene que conocer es si Pékerman y compañía quieren que se renueve su vínculo contractual.

En la manifestación del cuerpo técnico de querer continuar al mando de la Selección Colombia está la clave. Si ellos deciden irse, pues no hay nada qué decidir, apenas obvio, y se empezará a buscar nuevo entrenador. 

Unas versiones no confirmadas aun, pero que rodaron en las salas de prensa de Saransk, Kazán, Samara y del estadio del Spartak, señalaron que Pékerman y su grupo técnico habrían pactado su nuevo destino laboral en noviembre del año pasado lejos de Colombia.

Y en Moscú también se dice que si se da ese guiño para empezar a hablar de las condiciones de la renovación del contrato es una posibilidad real, seria y para nada descabellada, pues, como le contaron a EL TIEMPO, en las oficinas de la Federación se ha repetido varias veces que el éxito no se discute. 

En las nuevas oficinas del barrio La Castellana de Bogotá, también se ha sostenido, y con mucha razón, que a este cuerpo técnico lo contrataron para clasificar a dos Mundiales, no para ganarlos; así persigan la rueda quienes ladran apocalipsis y hecatombes no ocurridas.

Los resultados logrados por Pékerman durante los de 6 años y medio de su gestión son indiscutibles. Y ha cumplido las metas para las que fue contratado, y su renovación es una posibilidad que no se descarta, siempre y cuando él y su gente así lo quieran.

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