Todos contra todos

Por Nicolas Ramos Gómez |
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SDVDV
en Colombia, antes que respaldarlo, dado que a todos nos costa el grave problema que representa para el país el problema de Venezuela

Nicolás Ramos G

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP


Colombia, un país eufemísticamente llamado en vía de desarrollo, lo que presenta todos los días es el de una gallera en donde todos pelean contra todos. La noticia del día es un nuevo escándalo de corrupción, fuga de presos, masacre de soldados o campesinos, interceptación de toneladas de cocaína en el océano Pacifico, destitución de gobernadores, senadores, representantes, concejales, alcaldes por corrupción y en el ámbito político igual, todos contra todos sin un mínimo de respeto. Le damos a todos los problemas un tinte político antes que unirnos para avanzar, combatir los delitos y apresar a los delincuentes. 

Cuando al Presidente de Colombia, en un documento de más de 100 páginas que entregó a la ONU, colocaron una fotografía equivocada, en Colombia, antes que respaldarlo, dado que a todos nos costa el grave problema que representa para el país el problema de Venezuela, al alojar y proteger a nuestros bandidos coqueros y los inmigrantes que huyen del desastre de la dictadura chavista en su país, uno de los más ricos en reservas de petróleo y minerales, salimos como gran noticia amarillista a desprestigiarlo.  

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¿Para qué nos ha servido nuestra cacaraqueada malicia indígena?  Solo para ser cada día más caóticos y más pobres en el nivel mundial

No tenemos un objetivo claro para avanzar en mejorar el país, lograr exportar, más que importar y avanzar en tecnología para no cambiar celulares o computadores de más de un millón de pesos unidad, por aguacates o chontaduros de $2.000 o $3.000 por unidad, o café o azúcar de dólar la libra, para no hablar de automóviles de $30 millones de adelante.

Para que pensemos un poco, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, Colombia no había estado en la guerra, ni estaba destruido el país, el dólar y el peso colombiano estaban a la par y los países de Europa destruidos por la guerra. Ellos, los destruidos, tienen hoy ingresos por persona entre 10 y 18 veces el nuestro y gozan de todos los servicios con calidad y sus ciudades son impecables.

¿Para qué nos ha servido nuestra cacaraqueada malicia indígena?  Solo para ser cada día más caóticos y más pobres en el nivel mundial. O nos unimos para salir adelante o cada día estaremos más en el fondo del pozo. Es decir, más que pobres y con un peso aún más devaluado.

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