Un gobierno que amenaza

Por Nicolas Ramos Gómez |
624

Nicolás Ramos G

Ingeniero Civil , ex gerente de Emcali y ex Presidente de la SMP


Dolor de patria causó oír las palabras del Presidente Petro ante 2.000 o 3.000 asistentes que es la capacidad de la plaza de armas de la Casa de Nariño. Uno esperaba unas directrices para avanzar en el desarrollo y con ello en un mejoramiento de la calidad de vida, derivadas de un debate democrático y constructivo sobre las reformas que propone el gobierno. Pero, todo lo contrario, es la prepotencia de quien se cree depositario de la verdad y no acepta que sus insensateces o ignorancias se puedan cuestionar o discutir, además de faltarle al respeto a todos los colombianos con sus amenazas.  

Un ejemplo de esa prepotente ignorancia es la promesa de repartir la tierra con la reforma agraria que propone. Si uno recibe 2 o 3 hectáreas de tierra en una parcela sin vías, sin agua potable para riego y demás necesidades, sin energía eléctrica y sin vivienda, necesitaría por lo menos unos 300 o 500 millones de pesos adicionales para poder comer mínimo un año, construir la vivienda, crear la infraestructura para el desarrollo agrícola, adquirir herramientas, semillas y esperar, con suerte, mínimo ese año, para recoger la primera cosecha. A quienes nos tocó adelantar electrificación rural sabemos los costos y dificultades de realizarla e igual una red de agua para riego y uso humano. Eso no es como se decía de soplar y hacer botellas. Detrás de una gran parcelación se necesita una empresa para crear la infraestructura, de lo contrario, años después, esa familia con numerosos hijos que esa parcela no puede sostener, cuando son jóvenes emigran a las ciudades para engrosar sus entornos de pobreza, pues conseguir trabajo es cada día más difícil, máxime sin preparación. Un ejemplo de desarrollo social integral es la industria azucarera del Valle con más de 150 años para lograr su actual desarrollo e integrar a los propietarios de la tierra con la operación y uso eficiente de la misma y garantizarles sus ingresos. Igual una clase trabajadora que goza de estabilidad en el trabajo y buena remuneración, económicos comisariatos y educación de calidad para sus hijos.   

ett34

Reitero lo dicho de que cada vez con mayor frecuencia e irresponsabilidad se predican soluciones rápidas para problemas que toma años estudiar, planificar y financiar. Una hidroeléctrica, un acueducto para varias veredas, una carretera rural, no son obras de días ni de discursos veintejulieros, todas toman tiempo en estudios, consecución de los recursos y construcción. Cuantas décadas lleva sin terminar la vía Buga – Buenaventura y es una carretera de interés y necesidad nacional.

Un grupo de ejecutivos bogotanos se empeñaron en crear una empresa autosuficiente en los llanos orientales y fueron tantos los problemas por la falta de infraestructura, que, pese a lo bien estudiado del proyecto y adecuada financiación, al final lo abandonaron. Sin una infraestructura adecuada no es posible crear desarrollo.  

De improvisar nunca sale nada bueno. De esas obras, sin estudios cuidadosos y nunca terminadas, está poblado el país y enterrados en ellas sus escasos recursos. Tristemente seguimos predicando lo mismo o como dirían los abuelos: ensillando sin haber cogido las bestias.  

Búsqueda personalizada

Caliescribe edición especial