Desafíos que afrontaran los caleños

Por Luz Betty Jime… |
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Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.


 

traen consigo una transformación en la estructura y organización de la actividad laboral y de la movilidad de sus gentes

El crecimiento urbanístico de Cali y de su población urbana constituyen un factor esencial del cambio y evolución de la ciudad, en la cual se produce una constante interacción de la comunidad con el medio natural, al tiempo que se incrementan sus demandas individuales y colectivas relacionadas por ejemplo con la necesidad de contar con un buen transporte público, vivienda digna, mejoramiento en la prestación de los servicios públicos, de salud, educación, creación de nuevos puestos de trabajo, etc., en todo lo cual juegan un papel fundamental las nuevas tecnologías y el conocimiento científico para el mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales que traen consigo una transformación en la estructura y organización de la actividad laboral y de la movilidad de sus gentes, como de su manera de pensar, actuar y avocar la solución de sus problemas y dificultades que entrañan el desarrollo de una ciudad tan compleja como Cali y del conjunto de su población.

Y de ahí la necesidad de darle un tratamiento racional y ordenado al desarrollo futuro de la ciudad convertida hoy en un distrito especial que demanda de soluciones inmediatas e integrales y no de simples medidas administrativas que tan solo constituyen paliativos que muy poco permiten resolver sus problemas o mitigar los efectos nocivos de su crecimiento anárquico y desordenado que se reflejan en la deficiente dirección gubernamental y del control del crecimiento demográfico, la expansión urbanística desbordada, la proliferación de la contaminación del medio ambiente (aire, suelos, aguas), la intensificación del ruido, la deficiente oferta del transporte público, el déficit de vivienda y de la infraestructura necesaria para atender la continuidad en la prestación de los servicios públicos domiciliarios, de educación y de salud respectivamente.

a diferencia de lo sucedido con los alcaldes, más interesados en la contratación oficial que en la solución de los problemas de la ciudad.

Se trata en fin de cuentas de que no se repitan las experiencias vividas en el pasado, lo que implica como factor decisivo que el nuevo alcalde que sea elegido no solo posea el conocimiento y la experiencia del manejo de los asuntos públicos, sino que además represente y defienda con dignidad los intereses comunes de los caleños, a diferencia de lo sucedido con los alcaldes, más interesados en la contratación oficial que en la solución de los problemas de la ciudad.

De no enfrentarse con toda responsabilidad los desafíos que demanda la ciudad y con ellos la escogencia del nuevo alcalde para Cali, se estaría repitiendo la historia de aquellas administraciones que actúan en función de sus intereses políticos y económicos ligados a los contratos del Estado, que tan solo han traído beneficios para determinados sectores de la sociedad.

Todo ello podrá evitarse si de una parte los caleños se deciden y toman partido en la defensa de sus intereses comunes y se comprometen con el futuro de la ciudad que tiene que construirse con la participación efectiva de todos los ciudadanos y de sus auténticos líderes sociales y políticos y si por otra parte, el mandatario elegido se compromete a eliminar los efectos negativos del crecimiento y desarrollo hipertrofiado de la ciudad, lo que presupone de una nueva visión de la misma ajena a los esquemas tradicionales del manejo autoritario y clientelista de los asuntos públicos y ajena a la concepción administrativa de una ciudad distribuidora de servicios desligada de sus base productiva (industrial y agrícola), lo cual es fundamental para la existencia y desarrollo de su población, que aspira a mejorar sus condiciones de vida en el marco del Estado Social y Democrático de Derecho, que tiene como uno de sus fines esenciales: “servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los derechos y deberes consagrados en la Constitución” (artículo 2 de la Const. Pol).


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