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Alex Sterling
Comunicador y Escritor
En Caliescribe estamos investigando y proponiendo constantemente nuevas visiones de la ciudad, sus espacios y su gente. Uno de los sectores clave en la vida económica y social de la urbe caleña es el centro de la ciudad, núcleo fundacional de la sociedad civil, el poder gubernamental y el comercio.
Así las cosas, salimos a las calles del centro, a a escuchar al peatón, al comerciante, en general, al habitante, al trabajador, al visitante de este sector, y por supuesto a ver con nuestros propios ojos.
Lo primero y delicado es que vemos es una cantidad enorme de locales cerrados, lo que indica la caída comercial del centro historico de Cali . Sobre la carrera 4ta, entre octava y séptima hay más de 6 locales cerrados en vía pública y otros 5 en un pequeño centro comercial que hay en la esquina. Nos acercamos a hablar con una vendedora de lotería y chance, que ocupa espacio público sobre un andén:
“Hablando a carta clara, desde que se acabó el narcotráfico se acabó la buena venta. Aquí venía un duro de esos y decía: ¿Cuánto vale ese lote? y me compraba todo. Eso no volvió a pasar. Las ventas han bajado un 80%”
Un vendedor ambulante de frutas resumen todo:
“Antes se veía más resplandecido. La actitud y la presencia de la gente eran mejores, ahora no, se ve mucho indigente.
Mis ventas han disminuido un 60%. Antes usted lo que sacaba los vendía rapidito. Los carros si han aumentado, la congestión es mayor”.
¿Cómo ha cambiado la dinámica?
Aunque hay voces que afirman lo contrario, como el dueño de un negocio de distribución de loteria cerca a la calle 8va:
“La dinámica ha aumentado. Yo lo digo por mi negocio, las ventas están mejor que antes. Antes vendía 3000 , hoy vendo 8000 “quintos” deloteria”.
Para los vendedores informales que ocupan espacio público las ventas se han desplomado. El centro conjuga una serie de servicios que han entrado en obsolescencia o en franco declive, en el mejor de los casos:
Un tramitador de vieja escuela, que lleva décadas en el sector, nos da su visión:
“No hay por donde caminar. Usted llega a las 6 o 7 de la noche y ve un centro de microtráfico, ya mucha gente no quiere venir a Sonido Central, que antes atraía muchos caleños que venían y gastaban.
Falta mucha vigilancia”.
¿Los trámites presenciales son cosa del pasado?
Gran parte del flujo de personas que antes entraba al centro se dirigía a instituciones públicas y privadas que prestaban servicios de atención al público: ya sean pagos, consignaciones, reclamos, aclaraciones, apostillas y demás trámites que, por lo general, atraían gran cantidad de ciudadanos al sector.
Es innegable que en la modernidad, los pagos online y la cultura digital han dejado atrás esta necesidad de desplazamiento. Hay pocos servicios y pagos que no se pueden hacer por medio de un celular con internet, una tecnología que está disponible para prácticamente el 100% de los habitantes de Cali.
Las 4 notarías que abundan en este sector. Así que cualquier desaceleración del sector de la construcción tiene una incidencia inmediata en el número de personas que deben asistir a estos espacios a tramitar y firmar escrituras y demás.
Pasamos a ser una ciudad policéntrica
La Cali de antaño estaba circunscrita al centro de la ciudad, limitada en algunos casos a este sector. Con la expansión hacia el oriente y el sur, con sus extremos, las distancias entre el público y las instituciones y espacios que antes eran exclusivos del centro se aumentaron hasta hacerlas imprácticas.
¿Por qué desplazarse hasta el centro si muchas instituciones ya tienen sedes cerca a casa?
Esto de las ciudades policéntricas es una característica de muchas grandes ciudades. El ejemplo por antonomasia el Tokio, una ciudad que desde el aire puede antojarse interminable y desordenada, pero que ha ido creciendo de una forma orgánica pero planeada, creando pequeñas ciudades dentro de la gran metrópolis, donde los habitantes puede satisfacer todas sus necesidades sin tener que ir a un centro único, lejano y congestionado.
En Cali este policentrismo se ha generado de la mano de las constructoras, que han ido estirando la ciudad hacia sus confines, sin densificar la zona céntrica, por factores como las restricción de altura por la base aérea y el desdén por el POT, el cual no ha sido una carta de navegación sino un documento ignorado por muchos.
Posibles soluciones para revitalizar y redensificar el centro de Cali:
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Una peatonalización controlada del centro de Cali, para evitar que el espacio que se gane a los vehículos se convierta en una plaza de mercado caótica y pueblerina:
Las grandes ciudades cuentan con espacios amplios y pensados para el peatón en el centro de la ciudad. Más allá de las plazas, los pasillos, andenes y puentes deben ser anchos, inteligentes, prácticos y bien mantenidos. Asegurar la fluidez del desplazamiento por el sector debe ser el primer paso.
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Monitoreo, control urbano y vigilancia permanente de un sector estratégico del centro de Cali. Cámaras 24/7, policías in situ y vigilancia privada, pagada por cooperativas de comerciantes y demás agentes sociales del sector:
No se puede impulsar un sector que está en las manos de la criminalidad y la indigencia. El centro de Cali nunca será agradable y el olor a orines / materia fecal y la basura desperdigada por el suelo sigue siendo la norma. Hay que controlar también los procesos de generación, disposición y recolección de basuras, de tal forma que se evite que las canecas y otros dispositivos de recolección sean intervenidos a diario por recicladores que no tienen ningún interés en mantener el orden o la higiene.
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Promoción turística internacional del centro de Cali, basada en el entretenimiento nocturno de alto perfil, aprovechando el prestigio que tienen algunos locales de esparcimiento, que se han destacado entre los mejores a nivel mundial, como lo son La Pérgola, Mamut o Cerro Azul.
Capitalizar estos emprendimientos en una política de turismo y vida nocturna, como tienen ciudades como New York, Londres o Cartagena.
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El centro debe convertirse en una unidad motora del desarrollo de la ciudad a largo plazo, en el que los modelos de urbanismo y reconstrucción social se irradien para el resto del territorio. Para ello, deben crearse estímulos tributarios.
Hay que capitalizar el valor estratégico del centro a través de la promoción en círculos inversionistas de las ventajas de ayudar en su reconstrucción, dando alivios en el predial y exenciones que motiven al inversor a arriesgar su capital en un proceso de renovación sostenida y guiada por un POT.
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Revisar la propuesta tan vieja como nueva de un grupo de profesionales adscritos a la Sociedad de Mejoras Publicas, para un plan del centro global, que debe actualizarse y poner en practica
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Pactar con la SAE y el gobierno nacional una redistribución y reasignación de propiedades incautadas al narco en el centro, dando espacio a nuevos emprendimientos que estén basados en la vocación comercial de la ciudad y en sintonía con los nuevos tiempos.
No hay que negar que hemos ido atenuando y desplazando las soluciones, dejando que el sector decaiga sistemáticamente cada año. El centro de Cali requiere mejor vida, el statu quo es preocupante, se requieren medidas urgentes e inmediatas
¿Estará dentro de los planes de renovación del próximo alcalde? Tendremos que esperar a que se presenten los planes de gobierno oficiales de los candidatos para saber cuáles han entendido y buscan solucionar la problemática.
