- 50 vistas
Luz Betty Jiménez De Borrero / Pablo A. Borrero V.
La política económica de los bancos centrales de subir las tasas de interés para bajar la inflación y con ello reducir los precios de los productos, bienes y servicios que se ofrecen en el mercado, ha generado un proceso de desaceleración de la economía a nivel global que acentúa aún más la crisis general del capitalismo globalizado.
La aplicación de dicha política no solo afecta la economía de países como Estados Unidos de Norteamérica sino de Europa en general agravada con la guerra de Ucrania y las alzas de los precios de la energía y de otros productos, que por lo demás ya se venían presentando y que para la temporada de invierno se encarecerán notoriamente, precipitándose de esta manera la crisis en el viejo continente europeo.
Mientras tanto los bancos centrales en todo el mundo capitalista afectado con la inflación insisten en subir las tasas de interés como principal medida de control de la inflación, circunstancia esta que no evitará la recesión que traerá consigo un estancamiento de la economía afectando principalmente a varios sectores de la pequeña y mediana producción e incluso a grandes empresas capitalistas que no hacen parte del gran monopolio en alianza con el Estado en donde se concentra y centraliza el gran capital que logra superar las pérdidas que conlleva la inflación, elevando los precios de las mercancías y realizándolas en el mercado interno y externo en moneda fuerte (dólares o euros) para fortalecer el capital monetario de la devaluación, lo que le permite apropiarse de aquellas empresas pequeñas y medianas que caen en la crisis ante la existencia de las implacables condiciones inflacionarias.
Y de ahí que se pueda decir que las medidas dirigidas a elevar las tasas de interés resulten a la postre siendo ineficaces y contrarias a los deseos y propósitos que albergan los bancos centrales con los cuales se considera que en este caso pueden servir para superar la inflación.
La situación que se vive en el país no es peor ni mejor que la existente en otros países particularmente en América Latina en donde Brasil, Argentina y Chile también han sido afectados con la inflación y la posibilidad de caer en una eventual recesión que paralizaría su economía en general.
Para el caso de Colombia la inflación para el mes de septiembre llegó a 11.44% como producto del alza en los alimentos, los servicios públicos, los arrendamientos, etc., entretanto el presidente Gustavo Petro ha expresado públicamente que las medidas adoptadas en materia de política monetaria por el banco de la República para contener la inflación mediante la elevación de las tasas de interés “solo trasladarán la recesión mundial a la economía colombiana”; lo que no evitaría la salida de capitales hacia los EE:UU ante el alza de intereses en dicho país, lo que se podría impedir según se afirma, con la imposición de un impuesto transitorio de remesas a capitales golondrina. Así mismo nos dice que el alza de la tasa de interés va en contra del crecimiento económico y del empleo al tiempo que el gobierno profundizará en políticas antiinflacionarias consignadas en la reforma tributaria, con subsidios a los fertilizantes y con la reforma agraria, además de atender con alimentos a los habitantes de los barrios pobres y de cambiar la fórmula tarifaria de la energía conjuntamente con el fortalecimiento de la banca pública para lograr tasas más bajas para el capital de préstamo de pequeños y medianos productores.
En relación con lo anteriormente expuesto por el presidente Petro, de acuerdo con la Constitución Política éste no podrá intervenir directamente en la política monetaria, cambiaria, crediticia, la cual es definida por el banco de la República en donde no obstante el ministro de Hacienda tiene asiento en la junta, con seis miembros escogidos por el presidente provenientes del sector financiero y uno más elegido como gerente por la junta del banco de la República.
Por su parte, dicha junta se ha limitado a mantener el control de la inflación y a tomar medidas frente a la revaluación del peso en relación con el dólar americano, que hace que la economía gire principalmente alrededor de la política monetaria estimulada por las altas tasas de interés que restringen la expansión del crédito a los pequeños y medianos empresarios capitalistas, mientras estimula la inversión de capitales especulativos en la economía nacional con la venta y fusión de grandes empresas, la captación ilegal de dineros de los ciudadanos, el lavado de activos, la evasión y elusión de impuestos, el contrabando, la doble facturación, etc., que sienta las bases de nuestra economía cada vez más dependiente y desigual frente a las economías de otros países del capitalismo globalizado.
Veeduría Ciudadana por La Democracia y La Convivencia Social
El Control Ciudadano Sobre la Gestión Pública es Condición Indispensable para el Ejercicio de la Democracia y la Convivencia Social
