La hazaña de último minuto

Por Redaccion |
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Lo que iba a ser la historia de un nuevo triunfo de Argentina en Barranquilla, esta vez sin un Messi pletórico,

¡Un milagro! Eso firmó Colombia contra Argentina en la fecha 8 de las Eliminatorias a Catar 2021. Un empate agónico, con más empuje que fútbol, más sacrificio que juego, más amor propio que talento. 

Lo que iba a ser la historia de un nuevo triunfo de Argentina en Barranquilla, esta vez sin un Messi pletórico, acabó siendo una cuenta de cobro para una selección albiceleste que mereció mucho pero se cansó y una Colombia que luchó más de lo que pensó pero acabó firmando un 2-2 pleno de sudor y angustia.

Fue un pequeño infierno de diez minutos: apenas se jugaba el tercer minuto y ya Romero le ganaba el duelo a Mina, ¡al gigante Mina!, y metía un cabezazo brutal arriba, inatajable para Ospina. Un golazo. Y antes que la rígida zaga se enterara qué había salido mal, otra vez un balón cruzado era un puñal al corazón: el centro de Nicolás Rodríguez le caía a Paredes y este fusilaba a Ospina, todo ante la lentitud de un Dávinson que se encaró hasta con su compañero
Cuadrado por no llegar a ese cierre. A Mina le tocó firmar la paz en ese rifirrafe.

Y era una buena descripción de lo que ocurría en el campo, con una Argentina plena de recursos ante una Colombia demasiado amarrada a un plan que ya no existía, errática y confusa y que no tenía claro en qué dirección estaba el arco de Martínez.

Perdonaba Argentina el tercero.. aunque no, en rigor era Ospina el que salvaba el misil que le metía Lautaro Martínez a los 25, rechazo que fue al sector opuesto y ahora sí, con algo de piedad, envió afuera Rodríguez.

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Así era como sometía el visitante sin que Messi entrara en juego. Increíble pero cierto. Se ganaba una amarilla Mina por una entrada que le costó a Martínez la salida en camilla

Así era como sometía el visitante sin que Messi entrara en juego. Increíble pero cierto. Se ganaba una amarilla Mina por una entrada que le costó a Martínez la salida en camilla (lo reemplazó Marchesín), Messi tuvo su primer tiro libre, el que le adivinó Ospina abajo a los 43 minutos y Zapata se apuntó otra amarilla tonta por un codazo innecesario, clara muestra de impotencia.

Pero había llegado 7 minutos antes al campo el hombre que haría posible la ilusión de la remontada: Luis Muriel. Suyo era el primer intento serio del dueño de casa en todo el partido, a los 45+3, tras un lindo cambio de frente para Cuadrado y una pausa del hombre de Juventus para esperar al remate que salvó una cabeza albiceleste de manera oportuna.

A los 45+6 era Zapata, en la asistencia de Muriel, el que la enviaba muy arriba y justo entonces, en el peor momento, llegaba el descanso.

No perdía ni un segundo el técnico Rueda y sacaba a Cuéllar (perdido), Zapata (pasado de revoluciones) y Díaz (intrascendente) para darles paso a Barrios, Borja y Cardona. Se juntaban por primera vez estos últimos en un tiro libre que salió desviado y entonces, al abrir por fin la cancha, apareció Matheus para provocar la falta de Otamendi y el penalti al que le puso el pecho Muriel: cobro pleno de frialdad a los 50 minutos y parecía que sí, que había tanto partido por delante, que todo era posible.

El tema es que también eso pensaban los argentinos, que cada vez que aceleraron hicieron ver todas las costuras colombianas: a los 56 voló Ospina a la escuadra para sacarle el cobro a Messi y a los 65 sacó el 10 la varita mágica para servirle un gran pase a Lautaro, que controló de puro reflejo el siempre seguro portero del Nápoles.

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Se volvió a acordar Colombia que era local a los 71, cuando Muriel, ahora bajo la lluvia, metía un zurdazo que salió otra vez elevado

Se volvió a acordar Colombia que era local a los 71, cuando Muriel, ahora bajo la lluvia, metía un zurdazo que salió otra vez elevado, otra vez al cielo barranquillero.

Al final entró Moreno por Medina (otro con tarjeta) y ahora el reloj también parecía unirse a la causa azul y blanca, que tenía una más con ese Lautaro que es una daga cada vez que pisa el área. Y estaba Messi ¿no? Por las dudas: un zurdazo probaba otra vez a Ospina, quien tenía que revolcarse contra su palo para evitar el tercero.

Ese gesto cobró valor cuando a los 90+4 un centro de Cuadrado al área, buscando la cabeza de Mina, encontró la de Borja y le dio vida al equipo de Rueda en las Eliminatorias de Catar 2021. Se gana a veces con fútbol, como en Lima, Pero a veces también con lucha, como en Barranquilla. Sumar es más de lo que se pudo imaginar en varios tramos de un partido en el que Argentina fue más, pero Colombia supo sufrir.

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