Unión Europa, Estados Unidos y la transición energética

Por Jean Nicolás Mejía H |
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Jean Nicolás Mejía H

Profesional Ciencias políticas - Pontificia Universidad Javeriana Bogotá. 28 años,  Máster en cooperación internacional y organizaciones internacionales de la Universitat de Barcelona


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Para el bloque europeo es clave este paso en la taxonomía verde pues legitima a nivel jurídico y aplicativo el uso de estas energías como fundamentales en “la transición ecológica hacia energías sostenibles”

Esta semana la Comisión Europea reconoció a la energía nuclear y al gas como energías verdes, en el marco de la búsqueda de la independencia energética de Rusia, como respuesta a la guerra desatada en Ucrania.

Para el bloque europeo es clave este paso en la taxonomía verde pues legitima a nivel jurídico y aplicativo el uso de estas energías como fundamentales en “la transición ecológica hacia energías sostenibles”, una meta que el mismo bloque y varios países se han propuesto como medida de combate no solo contra el cambio climático, sino también al compromiso al cambio hacia una economía circular.

A la vez que los expertos han mostrado su desacuerdo por la postura de la Comisión Europea (directiva que de igual manera es apelable por el Consejo Europeo y por el Parlamento Europeo, respectivamente, pues ambos organismos cuentan con 6 meses como máximo para presentar alegaciones y tirar para atrás la decisión de la Comisión) . Mientras tanto el gobierno estadounidense anunciaba la venta y el arrendamiento de predios federales del lecho marítimo - que en principio está protegido por el mismo gobierno- para la exploración y explotación de petróleo.

Sin embargo, esto genera dos problemas que a mediano y a largo plazo pueden resultar contraproducentes para el sistema internacional, y para la supervivencia misma del hombre. Por un lado, está el retroceso en los alcances y esfuerzos logrados a nivel multilateral en materia de cuidado y conservación de los ecosistemas -marino y terrestre- ( la vida en la tierra básicamente depende en más de un 80% en la estabilidad del ecosistema marino), y en la lucha contra el cambio climático, la reducción de las emisiones de gas y el aumento exponencial de las temperaturas en prácticamente todas las regiones del mundo.

La meta del bloque europeo era llegar a emisiones cero para 2030, y las directivas adoptadas -como el impulso y la inversión en las energías emergentes como la eólica y la solar- eran consecuencia con estos objetivos, pero ahora no solo las probabilidades de cumplir esta meta son consecuentemente menores, sino que de no haber apelación por parte de los demás órganos legislativos y políticos del bloque europeo, en 2030 el carbón podría ser el responsable del 60% del total de las emisiones mundiales de CO2.

Por otro lado, es el encadenamiento y perpetuación de la economía extractiva y la consolidación / institucionalización de las lógicas derivadas de la dependencia hacia las energías no renovables; más protección a las grandes empresas extractivas por parte de los gobiernos, todo el respaldo institucional de las entidad económicas locales, regionales e internacionales, lo cual supondría un gran reto para la creciente industria de las energías renovables, y el desperdicio de todo el esfuerzo y de los recursos invertidos para impulsar estas industrias.

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Las medidas adoptadas no responden al objetivo que se busca, que es la independencia energética de Rusia, sino que perpetúan el sistema de los combustibles fósiles, condenando al desarrollo económico y a los esfuerzos en esa materia

Para países como España la medida resulta contraproducente puesto que el país ha estado avanzando en materia de inversión eólica y en la creación de proyectos conjuntos con entidades privadas y fondos de inversionistas, para inyectar grandes sumas de dineros a proyectos europeos que buscan la verdadera transición energética y el establecimiento de una economía más circular.

Las medidas adoptadas no responden al objetivo que se busca, que es la independencia energética de Rusia, sino que perpetúan el sistema de los combustibles fósiles, condenando al desarrollo económico y a los esfuerzos en esa materia. Desde que EEUU, la UE y sus aliados han tomado medidas restrictivas para castigar a Rusia y este país lo que ha conseguido es tercerizar la cadena de suministro, refinando el crudo en otros países como la India, para que luego el producto tratado, se consuma en Europa.

La conclusión es el asomo de los intereses particulares, del lobby que ha venido haciendo el sector nuclear en la comunidad europea, y el poco compromiso que tienen los líderes mundiales para rescatar el poco equilibrio en los ecosistemas que ya están bastante afectados.

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